Juicios a narcotraficantes hay muchos. Pero pocas veces sucede contra un expresidente. Y esto es lo que está pasando hace días en los EEUU, donde se acusa a Juan Orlando Hernández, quien fue el máximo mandatario de Honduras durante ocho años y hasta 2022, por enviar miles de toneladas de cocaína al país norteamericano.
“Usó su poder para proteger a los narcotraficantes y recibir a cambio mucho dinero. Ese hombre (Hernández) envió toneladas y toneladas a los EEUU”, aseguró el representante de la fiscalía estadounidense, David Robles, al comenzar el juicio contra el ex presidente de Honduras. Hernández fue detenido en su casa de Tegucigalpa en 2022, dos semanas después de terminar su mandato, cuando Washington solicitó su extradición por considerarlo partícipe necesario en el ingreso de cocaína a EEUU proveniente de Colombia.
La causa contra el expresidente es un asunto que mancha a varios sectores de la política hondureña, país que está sumido en una crisis social e institucional desde el golpe de estado a Manuel Zelaya, en 2009. La prueba de esto fue una de las primeras declaraciones durante el juicio que se está celebrando en Nueva York por parte de Fabio Lobo, hijo Porfirio Lobo y quien fuera el antecesor presidencial de Hernández. Lobo, quien también está condenado por narcotráfico en EEUU desde 2017, aseguró que le pagó dos sobornos a Hernández para financiar la campaña presidencial de 2013, a cambio de recibir apoyo en las operaciones del narcotráfico del cartel Los Cachiros. Además, Lobo confesó que Hernández también habría recibido contribuciones económicas del cartel de Sinaloa, que lideraba Chapo Guzmán.
Durante esta semana continuarán las declaraciones acusatorias contra Hernández, a quien seguramente le espere una larga condena en una cárcel de EEUU. Si bien la causa en su contra es por narcotráfico, no es el único delito en el que estaría implicado el expresidente hondureño. Hernández también está apuntado como uno de los responsables intelectuales en el asesinato de Berta Cáceres, una activista ambiental acribillada en 2016.