La corte federal de Manhattan condenó a finales de marzo a Juan Antonio Tony Hernández, hermano del presidente de Honduras, a una pena de cadena perpetua más otros 30 años de cárcel por cuatro delitos relacionados con el narcotráfico. Un jurado consideró culpable a Hernández de todos los cargos en 2019 pero el juicio para determinar la sentencia ha tardado casi un año y medio en realizarse debido a la petición del abogado de retrasarlo varias ocasiones.
Hernández, de 42 años, fue diputado del Partido Nacional de Honduras (actual partido en el gobierno) entre 2014 y 2018. En 2016 fue señalado por un capitán de las fuerzas armadas con supuestos vínculos con el narcotráfico, y un año más tarde por el jefe de un cártel narcotraficante que estaba siendo juzgado en EE UU. En noviembre de 2018 Hernández fue detenido en el aeropuerto de Miami, acusado de conspiración para importar cocaína, conspiración para poseer armas, posesión de ametralladoras y artefactos destructivos y por emitir declaraciones falsas en presencia de oficiales estadounidenses.
El fiscal de Nueva York afirmó durante el juicio del mes pasado que Hernández “conspiró con su hermano, presidente de Honduras” con el fin de introducir miles de kilos de cocaína en EE UU a través de la colaboración con el cártel hondureño de Los Cachiros. Las declaraciones de dos de los líderes del cártel, que también están siendo juzgados en Nueva York, apuntan al actual presidente, a los dos anteriores mandatarios, al ejército y a la policía del país, por facilitar el tráfico de drogas.