Mientras cada vez son más los medios que tratan de buscar una explicación coherente a la “crisis de los opiáceos”, descubrimos que al menos un estado ya está usando el fentanilo como componente químico en la inyección letal.

El fentanilo es un opiáceo sintético que se estima como 50 veces más potente que la heroína. El fentanilo es legal aunque se recete solo en casos de gran dolor. Se estima que tanto este fármaco como otros opiáceos sintéticos están detrás de la muerte de más de 20.000 personas en los EE.UU. solo en 2016.

La llamada “crisis de los opiáceos” tiene su origen oficial en el uso y abuso de estos medicamentos cuando las farmacéuticas inundaron el mercado legal y todo el mundo comenzó a recetarlas. Cuando se cortó el grifo mucha gente quedó colgada en una situación de adicción complicada que les llevó, en muchos casos, a caer en la heroína como sustituto del fentanilo. 64.000 personas murieron en 2016 debido a opiáceos.

Esto está matando a más gente que los coches, las armas y el SIDA.

El giro que parece cómico de todo esto es que debido a que los estados donde se permite la pena capital con inyección letal se encuentran faltos de abastecimiento de los materiales necesarios para su práctica, al menos en Nevada se usa un cocktail de fentanilo.

Como señalan desde High Times, la ironía es doble, por un lado tiene sentido que se use el fentanilo para matar gente porque ya mata a mucha gente. Por otro lado, no deja de ser terrible que la droga que más estragos está haciendo en los EE.UU. se utilice para arreglar la institución más terrible del país. Una razón instrumental que asusta bastante.

“Tienes algo que está matando a cientos de personas cada día en los EE.UU, tienes cárceles donde no se pueden conseguir las drogas para los castigos capitales, así que quieren conseguir la droga que mata a cientos de personas…. Parece un artículo sacado de The Onion”, dice Josh Bloom, químico que trabaja con el American Council on Science and Health, en una entrevista para CNN.

El problema con los opiáceos comienza a llegar a los tribunales. Se ha publicado una sentencia que señala a la empresa Insys de prácticas ilegales en contra de la salud de los estadounidenses. El plan era aumentar las ganancias mediante pagos a médicos para que prescribiesen sus medicamentos. Esto es lo que pasó durante la época donde los opiáceos estaban al alcance de cualquiera.