Elon Musk, conocido entre otras cosas por ser el hombre más rico del mundo y utilizar las redes sociales para crear polémicas en su propio beneficio, propuso hace unos días en twitter comprar la compañía de Coca-Cola con el objetivo de ponerle cocaína a la bebida, la droga estimulante que formaba parte de la receta original. Musk compró Twitter la semana pasada y su tuit sobre la Coca-Cola fue publicado tres días más tarde de que se hiciese efectiva la adquisición.
“A continuación compraré Coca-Cola para ponerle cocaína de nuevo”, escribió Musk en el tuit, publicado el pasado jueves. Más tarde siguió bromeando sobre el tema, señalando en otro tuit que el lema actual de la compañía en redes es “La Magia Real está a solo un sorbo de distancia”. Por supuesto, se trata de uno de los tantos comentarios provocativos que el empresario emite continuamente en sus redes sociales para su propia diversión o para intentar sacar rédito de sus inversiones. Pero, si se lo propusiera realmente, ¿podría Musk comprar Coca-Cola y ponerle de nuevo cocaína?
Para empezar, la compañía de Coca-Cola tiene un valor estimado mucho mayor que el de Twitter. La empresa está valorada en 278.000 millones de dólares, que es 6,5 veces el precio que ha pagado Musk por Twitter. Es aproximadamente el mismo dinero que Musk tiene en todo su haber (contando con su dinero conocido y el valor de todas sus inversiones). Es decir, tendría que venderlo absolutamente todo para comprar Coca-Cola.
Y aunque lo hiciera, aunque se lo gastara todo, no podría devolverle la cocaína a la famosa bebida negra. La cocaína sigue siendo una sustancia fiscalizada en todo el mundo a través de los convenios internacionales de la ONU, y en cada país mediante sus propias leyes. En EE UU, está clasificada dentro de la Lista 1 de sustancias, la más restrictiva de todas. Entre otras cosas, para poder emprender su labor, Musk debería conseguir un nuevo permiso de la Agencia para el Control de Drogas —ya tiene uno para poder importar y usar la hoja de coca— y una autorización de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) para comercializar una bebida de consumo humano con cocaína.
Si su objetivo fuese devolver la cocaína a la Coca-Cola, Musk haría mejor invirtiendo su dinero en presionar para cambiar las actuales políticas de drogas prohibicionistas por otras basadas en la regulación, unas políticas que respeten más los derechos humanos y permitan a las personas adultas acceder al uso de drogas en condiciones de mayor seguridad, protegiendo su salud y la del resto de la población.