El sploof es un viejo truco para fumar en interior y ocultar el olor. En otras palabras: el sploof como filtro casero para los olores.

¿Cómo nos hacemos este filtro y evitar que la barriada, tus compañeros de piso o la familia se entere de que le has estado dando al porro?

Según el diccionario urbano un sploof es: “una botella de plástico con el fondo cortado, relleno de papel seco y cubierto por un calcetín delgado; se usa para fumar yerba cuando no quieres que te pillen, porque oculta el olor”.

Vale: ¿qué necesitamos?

• Tijeras
• Papel seco que tenga algún aroma (o algún tipo de toallita que no esté húmeda)
• Una botella de plástico o el cilindro de un rollo de papel higiénico o del papel absorbente.
• Cinta adhesiva o una goma.

Paso 1:

Corta el fondo de la botella o si es el cilindro del papel higiénico déjalo como está (pero que no tenga nada de papel pegado)

Paso 2:

Mete los papeles secos dentro del cilindro o de la botella. Con un par vale pero si no te quieres arriesgar mete hasta cuatro.

Paso 3:

Dobla otro de los papeles y colócalo en uno de los extremos de la botella (como si fuese la membrana de un tambor. Sujétalo con una goma o con la cinta adhesiva.

Paso 4: Ya se puede fumar. En el sploof se va a quedar el olor. Cambia de vez en cuando los papeles del interior y adelante. Se supone que este pequeño filtro te va a durar un buen tiempo.