El Reino Unido está dando un nuevo paso en la política del cáñamo industrial con la formación del Industrial Hemp Innovations Hub, una iniciativa con sede en la Universidad de Aberystwyth, en Gales.

Este centro asumirá la Secretaría del Grupo Parlamentario Multipartidista (APPG, por sus siglas en inglés) para el cáñamo industrial, con el objetivo de ofrecer un espacio de diálogo técnico y político que permita desbloquear el potencial del sector.

La medida llega tras el colapso de un APPG anterior, centrado en el cáñamo y los productos con CBD, que quedó marcado por disputas internas y una gestión poco transparente. La experiencia previa dejó al sector con un vacío de liderazgo y con escasos avances regulatorios, a pesar de un ambicioso documento estratégico publicado en 2022 que proponía plantar hasta 220.000 hectáreas de cáñamo, cifra que generó escepticismo entre los actores del sector.

Expertos y organizaciones industriales ven en esta iniciativa una oportunidad para redefinir la política británica sobre el cáñamo, tras años de promesas incumplidas. Sin reformas regulatorias que incluyan una mayor claridad sobre licencias y procesos de comercialización, advierten, el cáñamo seguirá siendo una opción marginal para los agricultores del país.

El relanzamiento del cáñamo industrial en el Reino Unido refleja un cambio de tono político hacia enfoques más pragmáticos. Sin embargo, el éxito dependerá de la capacidad de generar políticas efectivas que reconozcan al cáñamo como un aliado en la transición ecológica y económica.