Un hombre que iba ser condenado a 15 años de cárcel por posesión de cocaína esquiva la pena cuando se prueba que en realidad era leche en polvo.
Que la justicia sea ciega a veces trae problemas como este. Un sin techo de Oklahoma fue acusado de posesión de cocaína y encarcelado. Estuvo unas semanas en la cárcel hasta que se demostró que la coca era leche en polvo. Parece de broma, de película mala de polis idiotas, pero así fue.
El 12 de Agost,o Cody Gregg, un sin techo, iba con su bicicleta cuando fue parado por la policía. La excusa fue que las luces de atrás de la bicicleta estaban rotas. Según la policía este comenzó a pedalear más rápido cuando le trataron de parar. Después de un rato detrás lograron que se detuviese. En una lata de café encontraron una bolsa de plástico con algo que identificaron como cocaína.
Le llevaron a comisaría, le metieron entre rejas y mandaron el polvo a laboratorio. Aquí viene lo increíble: el laboratorio testeó el polvo y concluyó que se trataba de cocaína: un total de 45.91 gramos. Esto le cuesta al pobre Gregg 50.000 dólares de fianza si quiere salir de la cárcel antes del juicio.
Greeg se declaró culpable para evitar ir hasta la cárcel (suponemos que su abogado le recomendó esta arriesgadísima jugada) y trató de que se volviese a hacer una nueva prueba sobre la supuesta cocaína. Por suerte para él, el test se repitió y, esta vez sí, resultó que no era coca sino leche en polvo. Pero, ¡¿cómo pudieron confundir leche en polvo con cocaína?!
Finalmente, Gregg salió de la cárcel y logró que le retirasen su cargo de “culpable” que él mismo pidió para evitar ir a prisión antes del juicio. La historia acaba bien para este hombre pero desvela los serios problemas que la policía y sus procedimientos tienen en algunos lugares de los EE.UU.