Daniel Thomas, de 36 años, se disfrazó de policía y fingió una redada en Lilydale (Australia) para robar metanfetamina y marihuana.
Esta persona fue detenida y juzgada y ahora enfrenta 11 años y medio de prisión por estos hechos.
Ocurrió en julio del 2016 cuando Thomas y un acompañante se dirigieron al suburbio de Melbourne llamado Lilydale. Entraron en una casa supuestamente vestidos como policías y gritaron “Policía, esto es una redada. Todo el mundo al suelo. ¿Dónde están las drogas?”
Los dos hombres que había en la casa le dieron la marihuana y la metanfetamina pero Thomas debe ser un hombre de pocos amigos y pensó que estos dos le estaban tomando por primo. Thomas, entonces, les golpeó y exigió que sacaran el resto de la mandanga. A uno le pegó tan fuerte que le dejó inconsciente.
“Hemos matado a tu compañero, colega”, le dijeron al otro para amenazarle. Parece que este último le dijo que allí no había más droga y Thomas le golpeó con un martillo, le bajó los pantalones y buscó si había escondido algo entre los cachetes del culo (tal cual).
Dejaron todo tan empantanado de sangre que cuando la policía de verdad llegó pensaron que estaban ante el escenario de un asesinato. Por fortuna para los dos pobres diablos de la casa, no estaban muertos.
Cuando la policía dio con Thomas este no se arrugó y les atacó con un cuchillo. Así de loco está el amigo Thomas. La policía le disparó con un taser para que se calmase un poquito y luego le salpimentaron con un espray.
Parece que Thomas era consumidor habitual de meta, heroína, marihuana y había dejado sus antidepresivos. Thomas dijo durante el juicio que atacó esa casa porque uno de ellos estaba liado con su novia. Este hecho era falso, obviamente.
Thomas está en prisión y siendo tratado por los especialistas en psiquiatría. Buena falta le hace.