La policía holandesa se encontró el pasado mayo con un barco de carga lleno de sorpresas. Un registro rutinario del puerto acabó en el descubrimiento de un laboratorio de metanfetamina instalado en el interior del barco, de unos 85 metros de largo. Un oficial de policía holandés descubrió el barco sospechoso en un puerto al sur de la ciudad de Rotterdam y ante algunas evidencias se inició una incursión policial que acabó con un policía hospitalizado por inhalación de químicos provenientes del laboratorio.
La policía encontró más de 300 litros de aceite de metanfetamina, que en poco tiempo más iban a transformarse en metanfetamina para consumo humano con un valor en la calle de más de 4,5 millones de euros. Al día siguiente, cuando la policía forense estaba trabajando para recoger pruebas, el barco comenzó a hundirse de improvisto, y los efectivos policiales tuvieron que abandonar el barco rápidamente.
Según ha publicado The Guardian, la policía sospecha que el barco disponía de algún mecanismo de bombeo de agua que facilitó el hundimiento y que se debió de activar a distancia. En un intento de evitar la contaminación del agua, la administración de gestión de aguas instaló un dispositivo de contención alrededor del barco, que finalmente solo se hundió 1,5 metros, y buena parte de las evidencias del laboratorio y otros objetos de valor se pudieron salvar. “El descubrimiento de este laboratorio de drogas es único en los Países Bajos, es la primera vez que se encuentra un laboratorio de drogas en un buque de carga de 80 metros”, dijo el portavoz de la policía.