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Sierra Leona declara emergencia nacional por consumo de "kush"

El “kush” en Sierra Leona es una sustancia callejera elaborada con restos de cannabis mezclados con sedantes, opioides y fármacos de uso veterinario. A pesar de su nombre, no guarda relación con la reconocida variedad de marihuana y su consumo –especialmente entre jóvenes de bajos recursos– se ha disparado en los últimos meses.

La declaración de emergencia fue oficializada por el presidente Julius Maada Bio, luego de semanas de creciente presión de diversos sectores que advertían sobre el colapso de los servicios de atención para personas con consumo problemático de sustancias.

Según informó Associated Press, decenas de jóvenes están muriendo cada semana como consecuencia directa del consumo de "kush", una sustancia cuya composición varía pero que suele incluir cannabis mezclado con sedantes, opioides y tranquilizantes de uso veterinario.

El fenómeno no es nuevo, pero se ha intensificado en los últimos tres años, especialmente en Freetown y otras áreas urbanas empobrecidas. En un país donde el 60% de la población vive por debajo del umbral de pobreza y el desempleo juvenil supera el 70%, la emergencia sanitaria también es un reflejo de la descomposición social.

El "kush" circula como una droga barata, accesible y sin regulación. El abordaje estatal lejos de responder con una política de salud pública, se ha centrado en medidas represivas. Médicos y activistas han denunciado la ausencia de protocolos para el tratamiento de intoxicaciones y el uso de prisiones como centros de detención para consumidores.

Mientras tanto, familiares, líderes comunitarios y organizaciones locales tratan, con recursos propios, de responder a la ausencia de iniciativas estatales. "Estamos perdiendo a toda una generación", declaró a AP un voluntario del este de Freetown que atiende a personas con consumo problemático.

La emergencia en Sierra Leona recuerda a otros escenarios donde el uso de sustancias ha derivado en crisis sanitarias. Drogas de composición desconocida o variable, como el basuco en Colombia, preparados artesanales como el "nyaope" en barrios pobres de Sudáfrica, mezclas improvisadas con metanfetaminas en México , se han expandido entre poblaciones marginadas ante la ausencia de políticas públicas eficaces.

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