El 6 de enero abrieron la primera farmacia-centro médico de cannabis medicinal en Tailandia. En el centro se repartieron de manera gratuita unas cuatrocientas botellas de aceite de marihuana medicinal.
Forma esto parte del plan de apertura mediante el cual los pacientes que se acerquen hasta este centro recibirán un tratamiento gratuito las primeras semanas. El gobierno de Tailandia, que está siendo muy valiente en este tema, ya cuenta con una estimación de entre 200 y 300 pacientes diarios para esta clínica y en su registro cuentan con 2.200 personas que se han apuntado.
De momento esta es la única clínica que abrirá de manera diaria pues, aunque el país ya cuenta con otras 25 por hospitales del país, estas solo abren de manera parcial debido a la falta de personal específico para el mantenimiento de la clínica. El gobierno de Tailandia se comprometió a abrir hasta 77 clínicas más en lo que queda de año.
Pese a esto el gobierno y su departamento de salud sabe que es insuficiente para cubrir la demanda de marihuana para uso médico del país. Un intento de paliar este problema es la ley de noviembre que permite que la gente pueda cultivar en casa hasta 6 plantas de cannabis para uso médico. El plan a largo plazo está puesto en que en cuatro años el país pueda generar su propio material de manera suficiente para abastecer la demanda.
Tailandia legalizó el cannabis para uso médico en un decreto real en el 2017. El plan no era tanto la salud de los tailandeses como expandir el sector agrícola del país. Sea como sea, el caso es que se convirtió en el primer país del sudeste asiático que legaliza la marihuana.
El pasado otoño las autoridades repartieron 10.000 botellas de aceite de cannabis entre los 4.000 pacientes registrados en hospitales. El gobierno prevé que podrán distribuir entre 100.000 y 200.000 botellas a lo largo de este año.