Desde que el cannabis medicinal puede recetarse con prescripción ordinaria en Alemania, las plataformas de telemedicina han experimentado una expansión acelerada. Esta nueva modalidad permite a los usuarios acceder a tratamientos cannábicos sin necesidad de desplazarse a las grandes ciudades o encontrar profesionales dispuestos a emitir recetas bajo el antiguo y restrictivo sistema BtM.

Uno de los portales con mayor actividad, GreenMedical, ha revelado datos que confirman esta tendencia. Según sus registros, el 60% de los pacientes se acogen a la atención digital debido a la falta de opciones físicas en su localidad. En regiones como Renania del Norte-Westfalia, 17.493 adultos han utilizado este servicio, mientras que Baviera lidera el uso con 18.522 pacientes. Ambas regiones se caracterizan por su extensión rural y limitada infraestructura médica especializada.

El auge de la telemedicina ha permitido reducir barreras históricas en el acceso al cannabis terapéutico, pero también ha despertado críticas. Voces conservadoras acusan un posible abuso del sistema por parte de personas interesadas en el consumo recreativo, lo que ha llevado a algunos sectores políticos a contemplar un endurecimiento de las normativas. La decisión podría depender del análisis intermedio que prepara el comisionado federal de drogas sobre los efectos de la legalización.

Mientras tanto, el volumen de atención sigue creciendo. GreenMedical informó que en los últimos doce meses se concretaron más de 140.000 contactos entre pacientes y médicos a través de su plataforma. Este modelo no solo ha facilitado el acceso legal y regulado a la medicina cannábica, sino que también ha contribuido a debilitar el mercado negro y a generar ingresos fiscales antes inexistentes.

El mercado de cannabis con fines terapéuticos también ha reflejado este crecimiento: entre abril de 2024 y abril de 2025, las importaciones de flor seca se triplicaron, alcanzando un total de 100 toneladas destinadas a pacientes registrados.

La digitalización del acceso al cannabis terapéutico en Alemania representa una conquista en términos de equidad sanitaria. Restringir estas herramientas por presiones políticas conservadoras podría significar un retroceso injustificable para miles de pacientes que hoy acceden a su tratamiento.