La guerra comercial entre EEUU y China se ha intensificado en los últimos días. "Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos dispuestos a luchar hasta el final”, dijo el ministro de Comercio del país asiático, Wang Wentao, después de que Donald Trump impusiera un aumento del 15% en aranceles de los productos chinos. Pero la excusa que el mandatario norteamericano encontró para esta decisión es un cuento conocido: el tráfico de drogas.
Trump sostuvo que el incremento de los aranceles tiene que ver combatir la epidemia de sobredosis de fentanilo que mata alrededor de 70 mil personas anualmente en EEUU. Entonces, el presidente norteamericano sostiene que los precursores químicos que se utilizan para fabricar este derivado del opioide, una tarea que se realizaría en México, provienen de China.
Como respuesta, China dijo que, si EEUU quiere realmente resolver la cuestión del fentanilo, lo correcto es hablar con China y tratarse como iguales. Además, dijeron que el país está listo para afrontar cualquier tipo de guerra. De hecho, tras estas declaraciones, la gestión de Xi Jinping incrementó un 7,2% su presupuesto en defensa. Y como si fuera poco, semanas atrás, el país asiático movilizó cientos de armas nucleares que estaban almacenadas.
Esta no sería la primera vez en la historia que una potencia mundial utiliza el pretexto de las drogas para llevar adelante un conflicto bélico con otro país. Uno de los más importantes implicó a China, cuando fue invadida por el Reino Unido durante la conocida Guerra del Opio durante el siglo XIX. Para EEUU también es una estrategia conocida. Más cercanos en el tiempo, en 1989 se invadió Panamá con la excusa de detener al entonces presidente panameño y otrora socio de EEUU, Manuel Noriega, por su vinculación con el tráfico de drogas. Por el hecho, el país norteamericano se apropió del manejo del Canal de Panamá, uno de los pasos fluviales más importantes del mundo.