A principios de año, Ucrania registró el primer medicamento a base de cannabis para tratar diferentes patologías. Este fármaco producido por una compañía española fue parte del proceso para garantizar a los pacientes una opción terapéutica a partir de los derivados de la planta. Ahora, el país busca expandir sus cultivos de cáñamo para producir localmente aceites, cremas y otros productos ricos en CBD, a pesar del conflicto en curso.
Según diferentes estimaciones, se prevé que este año concluya con una extensión de tres mil hectáreas repletas de plantas, lo que significaría un aumento del 33% con respecto al 2024.
La revista especializada en la industria del cáñamo Hemp Today, recientemente publicó un informe en el que diferentes fuentes académicas, gubernamentales y relacionadas al mercado de la planta llegaron al consenso que este 2025 se ampliará la superficie cultivada con cáñamo hasta llegar a las tres mil hectáreas. De todos modos, el Ministerio de Agricultura local es más optimista, ya que estiman llegar hasta las ocho mil hectáreas. Este crecimiento de la industria del cáñamo se debe a la reciente legalización del cannabis medicinal con alto contenido de CBD.
“Este procedimiento brindará total transparencia y eliminará la burocracia, ya que convierte al cáñamo en un cultivo agrícola más. Cualquier agricultor puede cultivar cualquier cantidad de cáñamo, siempre que esté especificada en la base de datos electrónica y no contenga más del 0,2 % de THC”, explica Sergiy Kovalenkov, CEO de Hempire, una compañía con sede en Kyiv que se dedica a la construcción de casas con materiales de cáñamo.