Desde que comenzó la guerra en Ucrania, en febrero de 2022, las tropas rusas han destruido grandes extensiones de territorio. Si bien la paz entre ambos países aún parece lejana, la nación invadida ya está encarando la reconstrucción de sus pueblos y ciudades. Pero la novedad es que parte de este trabajo se realizará con materiales de cáñamo que se utilizarán para edificar más de 400 viviendas ubicadas en zonas rurales.
La iniciativa surge a partir de que la Agencia Empresarial de los Países Bajos y del Ministerio de Asuntos Exteriores holandés entregarán un total de cuatro millones de euros para construir viviendas con materiales sostenibles como la paja y el cáñamo. El dinero lo recibirá un consorcio de asociaciones civiles y empresas conformadas por Rawblox, Hempire UA y OpenDoorUkraine.NL, quienes serán los encargados de cimentar las nuevas casas en las zonas rurales que fueron arrasadas por la invasión rusa.

El proyecto prevé la importación de tres líneas de producción de biopaneles de cáñamo provenientes de los Países Bajos y con destino ucraniano. Se estima que la operación comience el próximo primero de mayo y se tiene la intención de que las viviendas puedan estar listas para el próximo otoño para que puedan proteger a las familias del intenso invierno ucraniano.
En Ucrania están cada vez más convencidos de que el cáñamo puede ser un gran aliado para la restauración del país devastado por la invasión rusa. Recientemente, el arquitecto local Alexander Kucheravy realizó un estudio donde asegura que las fibras de la planta son una solución económica y enérgicamente eficiente para la reconstrucción. Además, días atrás, el Ministerio de Política Agraria y Alimentación habilitó un sistema electrónico llamado eHemp para simplificar los procesos de registros para el cultivo y procesamiento del cáñamo.