El Comisionado de la Policía y el Crimen de Gales del Norte, un cargo electo que se encarga de supervisar el desempeño policial y de dar voz en este asunto a la ciudadanía, se expresó recientemente a favor de permitir el uso de cannabis en las cárceles como medida de reducción de riesgos para los presos. Arfon Jones dijo que la dispensación de cannabis gratuito a los presos podría ser una forma de reducir la violencia en las cárceles, prevenir sobredosis y mejorar el problema de las adicciones entre la población carcelaria.
Según Jones las autoridades no están abordando correctamente los problemas de drogas que sacuden las cárceles del país. A su parecer permitir el uso de cannabis entre los presos haría que estos dejaran de utilizar sustancias mucho más peligrosas como los cannabinoides sintéticos, que actualmente son más fáciles de conseguir por las personas en prisión. En cárceles de Reino Unido y otros países muchos presos reciben metadona como sustitutivo de la heroína, y también se recetan analgésicos fuertes o benzodiacepinas, todos estos fármacos con un gran potencial de adicción y potencialmente peligrosas. Otras drogas como la cocaína o la heroína también se mueven entre los presos.
“Si toman opioides, ¿por qué no se les puede recetar cannabis?” dijo Arfon Jones, que antes de su actual cargo fue policía. “Al final del día, los opioides son mucho más peligrosos que el cannabis. También sería una mejora con respecto a las drogas ilegales que introducen de contrabando los funcionarios de prisiones corruptos”, dijo a The Guardian. Según publicó el diario, más de 300 funcionarios de prisiones y personal externo fueron despedidos o condenados en los últimos cinco años por introducir artículos prohibidos para los presos de Inglaterra y Gales, incluyendo drogas, tabaco y teléfonos móviles.
La propuesta de Jones es hacer la prueba: “Suministremos cannabis en condiciones controladas y veamos si se reducen los delitos”. Según el alto funcionario, la idea fue planteada por primera vez en 2018 por la farmacóloga Dra.Stephanie Sharp, y está apoyada en varios estudios llevados a cabo en EE UU y otros países, en los que se ha visto que el uso de cannabis reduce el uso de opioides y otros fármacos, y también es una vía para la reducción de adicciones a drogas ilegales.