En Suiza la producción y la venta comercial de productos de cannabis con menos del 1% de THC es legal. En el país se pueden comprar cogollos de cáñamo con apenas psicoactividad, a veces llamado “cannabis light”, en lugares tan comunes como los supermercados. Pero a menudo estos productos contienen algo más que una leve porción de THC y desde 2019 se ha detectado la presencia de cannabinoides sintéticos en ellos.
Un estudio conducido por el Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Basilea ha analizado 190 muestras de estos productos cannábicos y ha encontrado que la mitad contenía algún cannabinoide sintético añadido al material vegetal. Según el estudio, las muestras contenían hasta tres cannabinoides sintéticos diferentes, siendo el MDMB-4en-PINACA el que se detectó en un mayor número de casos.
Las muestras se recogieron entre enero de 2020 y julio de 2021 a través de tres servicios de análisis de drogas junto con información de los usuarios sobre los posibles efectos adversos de su consumo. Para los análisis se utilizó cromatografía líquida junto con espectrometría de masas de alta resolución para detectar y cuantificar la presencia de cannabinoides sintéticos, y con otra técnica se cuantificó la concentración de THC y CBD.
Los investigadores compararon el resultado en los análisis de cada muestra con los efectos adversos informados por los usuarios que las entregaron, y encontraron que los productos adulterados con cannabinoides sintéticos se asociaron con un mayor número de eventos adversos que los productos no adulterados. “Además, los efectos adversos psicológicos y cardiológicos fueron más profundos en el grupo de los cannabinoides sintéticos que en el grupo con solo THC”, escribieron los autores.