Los resultados de un estudio con MDMA sugieren que el bajón posterior asociado al uso de la sustancia puede estar determinado por el entorno y las condiciones específicas de su consumo, y no por la sustancia en sí. El estudio investigó los efectos de la terapia con MDMA para el trastorno por consumo de alcohol y recogió los datos sobre el estado de ánimo, la calidad del sueño y los efectos secundarios de la sustancia en 14 sujetos con adicción al alcohol.
“Cuando se usa de forma recreativa, la MDMA puede contaminarse con otras sustancias y, a menudo, se toma en condiciones que pueden provocar agotamiento, falta de sueño y deshidratación. Por lo tanto, pueden ser estos factores, en lugar de la propia MDMA, los que conduzcan al deterioro cognitivo y afectivo en los días posteriores a la administración”, escribieron los autores del estudio, que ha sido publicado en el Journal of Psychopharmacology.
Para descartar estos factores de confusión, el estudio administró MDMA en un entorno clínico y midió el estado de ánimo y la calidad del sueño después de que la droga hubiera desaparecido del organismo. “Descubrimos que en lugar de un ‘bajón’, los participantes mantuvieron un estado de ánimo positivo durante la semana después de cada sesión de MDMA, sin fluctuaciones significativas en el estado de ánimo”, afirman los investigadores.
Estudios anteriores sobre el efecto posterior de la MDMA en contextos de uso recreativo han mostrado resultados contrarios a este respecto. Algunos estudios registraron una bajada del estado de ánimo en los días posteriores al consumo, pero otros no han encontrado síntomas de bajón incluso en contextos recreativos.
“Los resultados discrepantes con los estudios recreativos podrían explicarse potencialmente por el mayor énfasis en la preparación y el establecimiento y el entorno en entornos clínicos. En conjunto, los hallazgos respaldan que cuando se controlan la pureza y la dosis de MDMA, y los participantes toman la sustancia en un contexto en el que pueden dormir, hidratarse y nutrirse adecuadamente, los ‘blue mondays’ pueden mitigarse.”
Después de participar en la terapia con MDMA a todos los sujetos se les preguntó en múltiples momentos si estaban interesados en hacer un uso ilícito de la MDMA después del estudio, y ninguno de ellos respondió afirmativamente. Los investigadores consideran que dichos resultados proporcionan evidencia novedosa de que la terapia con MDMA puede utilizarse en poblaciones con un uso problemático de sustancias sin que provoque conductas de búsqueda de drogas.
