Los resultados de un pequeño ensayo clínico han mostrado los beneficios potenciales de la MDMA cuando se aplica en terapias de pareja. En el estudio participaron seis parejas entre las que siempre había un miembro de la pareja que sufría Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), una enfermedad mental para la que la MDMA ya ha probado su eficacia en numerosos estudios.
El ensayo, cuyos resultados han sido publicados en la revista European Journal of Psychotraumatology, ha recuperado una línea de investigación con MDMA prometedora que quedó truncada en 1985 cuando el compuesto fue fiscalizado en las listas de control de drogas estadounidenses e internacionales. Este estudio preliminar investigó la viabilidad de incorporar dos sesiones con MDMA en un régimen de terapia cognitivo-conductual para el TEPT.
“El trastorno de estrés postraumático en una pareja puede causar angustia en la relación y barreras para entenderse”, dijo Candice Monson, autora del nuevo estudio a New Atlas.
“Parece que la psicoterapia asistida con MDMA puede generar empatía y conexión, abriendo un camino para recordar por qué se unieron en un primer momento y aumentar el deseo de comprender al otro”. Los resultados del estudio mostraron que añadir las dos sesiones con MDMA a la terapia de pareja tuvo efectos “igual o mejores que los logrados con la terapia sin sustancia”. Se detectaron mejoras tanto en los resultados de la relación como en los síntomas individuales de TEPT.
Desde el punto de vista de la evidencia científica es un estudio pequeño y los resultados deben entenderse como una prueba de que el protocolo de uso de MDMA en estos casos es seguro, así como un indicio de que este tipo de terapia puede funcionar bien en estos casos. El estudio no fue controlado, es decir, no hubo un grupo de parejas similares que siguiera una terapia similar pero sin MDMA, por lo que su eficacia debe compararse con otros estudios de terapia de pareja cognitivo-conductual.
“La literatura que inspiró este estudio sugiere que la MDMA puede permitir que las personas hablen sobre experiencias dolorosas sin volver a experimentar el dolor”, explicó la autora. “El terapeuta puede guiar a las parejas para que hablen de cosas muy difíciles que hayan experimentado ellos mismos o que hayan experimentado juntos, con un mayor sentido de comprensión, apertura, conexión y empatía”.