Cuando comienza el otoño, las plantas de cannabis se encuentran en la etapa final de su floración. Este es uno de los momentos favoritos de los cultivadores no solo porque se acerca la cosecha, sino porque además se aprecia con claridad la fragancia y sabor que tendrán las flores. Sin embargo, es un tiempo de suma peligrosidad. El olor de los cogollos en su esplendor puede llegar a un vecino que realice una denuncia policial. Aunque también puede despertar la atención de un ladrón que irrumpa un hogar para llevarse las plantas. Todas estas situaciones le sucedieron a una mujer francesa el mes pasado.
Según el periódico francés Midi Libre, una mujer de 60 años residente del municipio de Mende, ubicado en el departamento de Lozère, llamó a la policía para denunciar que le estaban robando las plantas de su jardín. Una patrulla se acercó al domicilio de la señora para comprobar los hechos. Pero al llegar al lugar los agentes tuvieron una de las sorpresas más grandes dentro de su profesión: las plantas que la mujer denunciaba que le robaban se trataban de cannabis.
A pesar que la mujer era quien pretendía hacer la denuncia por el robo de las plantas, los agentes se vieron obligados a proceder una acusación penal contra la señora porque el cultivo de marihuana en Francia continúa siendo un delito. Ella explicó que decidió iniciar la plantación después de que le regalaran unas semillas durante un viaje en el extranjero y usar los derivados del cannabis para aliviar sus dolores crónicos. Esto poco les importó a los policías, quienes confiscaron y destruyeron las plantas. Ahora, la señora deberá comparecer ante la fiscalía local en diciembre próximo.