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Chicago

Observatorio Norteamericano

Hablemos de la mota y de una gran metrópoli que recientemente se ha unido a la gran economía verde. Chicago, famosa por su industria, su escena cultural, su pasado mafioso y retratada en infinidad de películas, es ahora también una ciudad legalmente cannábica.

Nunca he sido partidario de las grandes ciudades; se me hace un poco tedioso tanto vidrio y cemento encerrando historias aburridas de monotonías aviesas. Sobre todo las norteamericanas: ciudades sucias y amontonadas. Sin embargo, es ahí donde suceden los cambios y las mentes se abren a los nuevos humos dejando atrás el conservadurismo rural, que resulta peligroso debido a la ignorancia que aún permea los estados de la Unión Americana. Hablemos de la mota y de una gran metrópoli que recientemente se ha unido a la gran economía verde. Chicago, famosa por su industria, su escena cultural, su pasado mafioso y retratada en infinidad de películas, es ahora también una ciudad legalmente cannábica.

En Chicago (y en el estado de Illinois), uno debe ser mayor de veintiún años y tener una identificación válida para poseer, comprar y consumir legalmente productos de cannabis. Sin embargo, un chaval de dieciocho años o más puede obtener una tarjeta de cannabis medicinal, que tiene que estar certificada por un médico que avale una afección calificada.

Chad Windy, un marihuano profesional radicado en la ciudad de los vientos, casa de los Chicago Bears (NFL), los Chicago Cubs (MLB) y el Chicago Fire (MLS), nos platica un poco de lo que está pasando cannábicamente en su lugar de residencia:

“La marihuana legal solo se puede comprar en dispensarios autorizados. Si bien solo había un puñado que vendía hierba recreativa en el 2020, el número ha aumentado constantemente desde entonces, convirtiéndose en una industria robusta. Por supuesto, la calidad de la marihuana de los dealers de toda la vida ha aumentado y sus precios se han mantenido, siendo más baratos que en los dispensarios. La ventaja es que estos tienen mayor variedad de productos, una amplia gama que incluyen flores, porros prerrolados, cartuchos para vaporizadores, concentrados, comestibles, tópicos y tinturas. ¡Incluso puedes encontrar bebidas con infusión de THC! Al igual que en cualquier otra industria, la selección de productos disponibles en cada tienda varía”, relata Wind excitado, exhalando y tosiendo.

El cannabis recreativo puede ser legal en Illinois, pero el gobierno federal todavía lo clasifica como una sustancia de la Lista I (con la heroína y la cocaína). Eso dificulta que las instituciones financieras reguladas por el gobierno federal, como los bancos y las compañías de tarjetas de crédito, manejen los fondos derivados de las ventas de cannabis; no quieren que las leyes federales contra el lavado de dinero caigan sobre ellos. Y es por eso que el efectivo sigue siendo el rey en los dispensarios de Chicago y del resto de Estados Unidos.

“Los únicos lugares donde la hierba recreativa se puede consumir legalmente en Chicago es en propiedad privada –continúa Chad–, aunque está sujeta a la discreción del dueño de la propiedad. Si alquilas una propiedad, en teoría el arrendador podría prohibirte consumir cannabis en ella. Básicamente está prohibido fumar en público; esto incluye las calles, los parques y los patios de los bares de la ciudad. Es una pena, porque hay parques muy guais para colocarse, como Millennium Park, Grant Park, Lincoln Park y Humboldt Park. Eso ciertamente no ha impedido que los habitantes de Chicago desobedezcan y se fumen un porro en público, ya que la aplicación de las leyes suele ser relajada en algunas partes de la ciudad, sobre todo a orillas del lago Michigan, donde puede uno pasar un buen momento con un petardo”.

Existe una distinción entre la cantidad de cannabis que puede poseer un residente de Illinois y la cantidad que puede poseer un no residente, o sea, nosotros si vamos de visita. Los residentes de Illinois pueden poseer hasta 30 g de flor de cannabis, productos con infusión de cannabis (como comestibles y tinturas) con hasta 500 mg de THC y hasta 5 g de concentrados de cannabis, como aceites y cremas. Los no residentes están restringidos a la mitad de esas cantidades. Repentinamente, muchos ciudadanos de Milwaukee han inundado Chicago porque está a una hora y cualquiera puede comprar en los dispensarios con una identificación oficial que demuestre que se es mayor de edad. En el estado de Wisconsin cualquier posesión te puede mandar seis meses al talego y hacerte pagar mil dólares de multa, por lo que muchos van de paseo a Illinois.

Solo los pacientes de marihuana medicinal pueden cultivar, pero están limitados a cinco plantas cada uno. Cualquiera que posea de 30 a 100 g de cannabis puede ser acusado de un delito menor con una multa de dos mil quinientos dólares y una sentencia máxima de un año de prisión, luego los castigos por posesión no permitida suben gradualmente según la cantidad.

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