Feliz año nuevo y que el 2018 traiga buenos humos para todos. Vamos a dar una vuelta por la parte tenebrosa de la Unión Americana, que desafortunadamente es la nación más poderosa de la Tierra. En caso de que quieran ir a visitarla, quiero advertirles de algunos estados a los que no deberían ir bajo ninguna circunstancia, motivo o razón. Siempre hablamos de las victorias y los estados donde hay avances, pero nunca hablamos del lado oscuro de la América profunda, el Midwest y el cinturón bíblico; ahí donde el conservadurismo duro y cristiano convive con los matrimonios entre primos y las costumbres aviesas.
Ahora que ha acabado el año, el cannabis sigue estando catalogado como una sustancia muy peligrosa bajo el Acta de Sustancias Controladas de 1970. Es increíble que a nivel federal esté considerada tan peligrosa como la heroína, mientras que en la mayoría de los estados ya se usa como medicina.
Los estados de Alaska, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Nevada, Oregón y Washington han legalizado totalmente la marihuana, así como el Distrito de Columbia. Aquí pueden ir de visita, solo cuídense de los tiroteos. Doce estados que tienen programas de marihuana medicinal ya han descriminalizado la marihuana, casi todos tienen un programa medicinal. Vamos a recorrer las zonas fantasmales. Los estados que hay que evitar como la peste bubónica. Aquí es donde se da el prohibicionismo más rancio, el racismo más peligroso y la ignorancia más aviesa.
Los estados más mortíferos de Estados Unidos; eviten estos estados a toda costa (por orden alfabético y no por orden de maldad):
Alabama
Se encuentra en la parte sureste del país, y tal vez están tan amargados porque casi no tienen costa; Florida se la quitó casi toda. Este estado amante de Trump se jacta de haber producido la ley antiinmigratoria más dura de la historia, la infame HB56, cuyo objetivo es hacer la vida imposible a los indocumentados hasta que se autodeporten. La discriminación es tan brutal que la ley prohíbe a las empresas estatales que tengan trato con los indocumentados, y aquí la policía te puede arrestar sin motivo aparente. Un lugar dantesco que lo pone en el top ten de los lugares a evitar no solo de Estados Unidos sino del planeta entero.
Aquí solo se permite el uso del aceite de CBD sin THC. Si nos agarran con marihuana, la primera vez será un misdemeanor, que significa ‘delito menor’ y que conlleva el encarcelamiento de un año y/o una multa de seis mil dólares. Pero si nos vuelven a pillar o nos agarran vendiendo puede resultar en un felony, que es ya un crimen, y eso acarrea penas de hasta diez años y multas exorbitantes de miles de dólares. La marihuana es ilegal desde 1931, y solo niños epilépticos y otros pocos pueden acceder el aceite de CBD en Birmingham.
Carolina del Sur
Hasta el 2014 se permitió utilizar el aceite de CBD para niños epilépticos, pero hasta ahí han llegado. Si te pillan con una onza de marihuana vas un mes a la cárcel y tienes que pagar cien dólares. Además, en este estado les gusta parar automóviles para buscar gente que esté manejando bajo la influencia, y esto nos traerá problemas serios. Todos los demás usos están prohibidos. ¡Alejaros de este estado!
Dakota del Sur y del Norte
Este era un territorio siux, pero ahora menos del diez por ciento de la población es indígena. Las Dakotas se ubican en la parte central del país y se dividen en Norte y Sur. Están poco pobladas, no llegan ni a dos millones entre las dos y están pegadas a Canadá.
En el norte cualquier posesión de menos de una onza es un delito menor y más de una onza, un delito mayor con cárcel y multas incluidas; lo de siempre. Toda venta es un delito. En Dakota del Sur es peor, porque por lo menos en Dakota del Norte han legalizado de forma histórica la marihuana con fines medicinales en el 2016 y es probable que este año que inicia vean por fin algún dispensario.
En el sur es ilegal para todos los propósitos desde 1933, y la posesión personal está penalizada con un año de cárcel y dos mil dólares. Más de dos onzas, y nuestra vida estará destrozada si nos apañan.
Kansas
Este es otro estado donde no pasa nada excepto tornados, y donde la marihuana continúa siendo ilegal para cualquier propósito desde 1927. Un porrito ya es un crimen menor que puede que sea una falta administrativa, pero no te salva de quedar fichado ante la ley, y tu segundo porro ya te puede provocar consecuencias graves, como una multita de dos mil dólares o un año en el talego. La ciudad de Wichita votó por reducir las penalizaciones hasta descriminalizarla; si te pillan ahí con una cantidad pequeña, la multa sería de cincuenta dólares.
Este céntrico estado es predominantemente blanco y conservador, donde hay investigaciones policiales frecuentemente debido a los ataques racistas que se suceden contra la minoría negra.
Kentucky
Uno de los lugares con menos tolerancia hacia otras razas que no sea la blanca o caucásica y donde muchos van armados. Ubicado en el centro del país, hacia el este, también produce mucho burbon, carreras de caballos, tabaco y pollo frito. Casi el noventa por ciento de la población son blancos conservadores. El cannabis y sus derivados no son legales en este estado. Si llevas menos de ocho onzas es un delito menor tipo B, que se castiga con cuarenta y cinco días de cárcel y doscientos cincuenta dólares de multa. Más de eso ya se considera automáticamente tráfico, que se castiga con unas vacaciones forzadas de un año y una multa de quinientos dólares. Si reincides puedes ir a prisión por cinco años y pagar diez mil dólares. Su programa medicinal está empantanado en el Congreso.
Missouri
Ilegal para usos lúdicos y medicinales, pero el CBD está permitido siempre y cuando sea bajísimo en THC. El cáñamo industrial se permite, sin THC, claro, y las pequeñas cantidades de menos de diez gramos han sido descriminalizadas. A pesar de ser conservadores de hueso colorado, hay algunas organizaciones haciendo avances en este estado sureño, pero por lo pronto hay que evitarlo.
Tennessee
Cualquier posesión es un delito menor, a menos que tengamos ataques epilépticos, entonces podremos conseguir aceite de CBD. Menos de media onza o catorce gramos acarrea una pena de un año de libertad condicional y doscientos cincuenta de multa, y la segunda vez, a la cárcel por un año y multa de quinientos dólares. Más de catorce gramos ya es una ofensa grave y automáticamente tendremos cargos criminales y seremos tratados como traficantes de drogas, con multas que ascenderán a miles de dólares.
Utah
Fue uno de los primeros estados en prohibirla en 1915, y desde entonces los marihuanos son castigados severamente. Solo el aceite de CBD está permitido en algunos casos. Cada vez que quieren legalizar el uso médico, las propuestas han sido rechazadas. Por posesión de menos de una onza, nos van a hacer perder mil dólares y podríamos ir al talego por medio año; más de eso serían diez mil dólares de multa, y venderla resultará en cinco años de cárcel y cinco mil dólares de multa. Es un estado con mucho supremacista blanco y poca yerba.
Virginia
Una posesión de poca yerba es un minidelito comparado con los otros estados que hemos visto, pero igual podemos ir a prisión por un mes y multas de quinientos dólares, y nos pueden quitar la licencia de manejo. Hay un programa al que uno se puede apuntar y se tendrá que hacer servicio comunitario; tendremos que cursar clases sobre prevención de drogas y sufrir la suspensión de la licencia por seis meses. Si reincidimos iremos un año a prisión y pagaremos dos mil quinientos dólares de multa. Hay esperanza en este estado algodonero: han elegido a la primera representante transexual demócrata, que ha derrotado a un racista homofóbico. Pero, mientras tanto, mejor evitar este estado, donde las tensiones raciales son el pan de cada día.
Wisconsin
Con un nombre tan cool es una pena que solo se pueda utilizar el aceite de CBD sin THC. La primera ofensa (¿en qué cabeza cabe que el poseer marihuana sea ofensivo?) acarrea una pena menor, que puede ser de seis meses en la cárcel o mil dólares de multa. Si somos pobres, mejor si no fumamos, lo más seguro que iremos a parar al talego. Y si queremos seguir fumando mejor nos mudamos de estado, porque si nos vuelven a pillar iremos guardados por tres años y medio o pagaremos una multa de hasta diez mil dólares, o las dos cosas, dependiendo de cuánto traigamos. Con inviernos duros, es mejor pasar de largo.
Wyoming
Otro estado desperdiciado poblado por rancheros y cowboys. Aquí, aunque estés colocado, ya es un delito castigable con encarcelamiento de noventa días y una multa de cien dólares, solo por fumar. La posesión de menos de tres onzas significa un año de prisión y multas de mil dólares. Es absurdo que la gente vaya prisionera por fumar una planta, pero así sucede en estos estados represivos de la América oscura y tenebrosa.
Epílogo
Texas es otro estado que aconsejaría evitar, pero es un estado muy grande, con algunas variantes. Por ejemplo, en Austin la policía no persigue a los marihuanos; en Dallas y Huston está medio descriminalizada y hay mucho movimiento prolegalización, pero aún podemos ir fácilmente a la cárcel durante seis meses por posesión de menos de dos onzas y/o ser multados hasta con dos mil dólares. Ya habrá tiempo de desmenuzar a Texas.