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Los Ángeles: ciudad cosmopolita a la vanguardia

“Los latinos son la columna vertebral de esta industria. Somos empresarios, cultivadores y fumadores. Pero cuando vas a los dispensarios, ahí es donde no ves representación latina.”

Los Ángeles o, simplemente, L.A. siempre ha sido el centro urbano más importante del oeste de Estados Unidos, estando siempre a la vanguardia de las artes, la moda, los negocios, el comercio, el entretenimiento, la ciencia, los deportes, la tecnología, la educación, la medicina y la investigación. Es la segunda ciudad más poblada y diversa del país, con más de cuatro millones de personas; solo Nueva York le puede competir en todos los rubros, menos en el clima. También sus zonas son bastante heterogéneas, desde las más famosas y de mucho dinero, como Hollywood o Beverly Hills, donde viven actores y estrellas, pasando por Venice Beach o Santa Mónica, con sus playas, hasta partes peligrosas como East L.A. o el barrio chino. Tampoco se salva de la pandemia de las drogas comandada por el fentanilo, como todas las grandes urbes de Norteamérica, solo basta darse una vuelta por Skid Row o Compton.

Los Ángeles no solo tiene el nombre latino, hay que recordar que era territorio mexicano y la migración latina ya ha asentado su cultura en el estado: el quince por ciento de los nacidos en Estados Unidos son hijos de mexicanos. Los Ángeles es el ejemplo más claro de ello, es la segunda ciudad con más mexicanos del mundo, con un millón de mexicanos, más otros setecientos mil chicanos, superando a Monterrey y a Guadalajara. Se pueden encontrar todo tipo de tacos, mercados, mariachis y, por supuesto, dispensarios, activistas, cultivadores y granjeros latinos. 

En el 2020, Susie Plascencia, cofundadora de Mota Glass y directora ejecutiva de NightShift Digital, una agencia de branding que se especializa en la industria del cannabis, ayudó a lanzar Latinas in Cannabis, un grupo industrial para latinas que brinda un espacio de empoderamiento, discusión y celebración a través de varios eventos, incluida la cumbre Latinas in Cannabis. 

El cannabis en California es legal para uso medicinal desde 1996, y para uso recreativo desde el 2016. Se calcula que existen casi mil quinientos dispensarios en la ciudad, aunque solo un cuarto de ellos pertenece a las minorías, y menos a mujeres. “Los latinos son la columna vertebral de esta industria –dijo Susie Plascencia–. Somos empresarios, cultivadores y fumadores. Pero cuando vas a los dispensarios, ahí es donde no ves representación latina”. Pero sí se ve una gran cantidad de fumetas entre los latinos. El uso entre adolescentes hispanos ha aumentado debido a la facilidad para conseguir la yerba. Algunos estudios dicen que aproximadamente el dieciocho por ciento de los estudiantes del grado ocho son consumidores, el treinta y cuatro por ciento en el grado diez y hasta el cuarenta por ciento en el grado doce, es decir, casi la mitad de ellos serán consumidores al terminar la escuela secundaria. A pesar de las leyes, la gente hace caso omiso de ellas, no solo en cuestión de cannabis, como en toda ciudad grande; la población hace y practica sus propias leyes y las fuerzas policiales se ven rebasadas luchando contra el pandillerismo y otros problemas más serios que estar persiguiendo fumetas. 

Alberto acaba de regresar de Los Ángeles y nos refiere que, aunque se ha restringido fumar en la vía pública y parques, no tuvo ningún problema para fumar dentro de los dispensarios: “Solo hay que pedirles permiso y te dejan prender”. José Luis, que también acaba de ir a L.A. y visitó treinta dispensarios, dijo que todo dios fuma en las calles, a pesar de que está prohibido, así que mejor no hacerlo. Todos los dispensarios venden a diestra y siniestra con una identificación que demuestre que eres mayor de veintiún años. Lo máximo que se puede cargar y comprar es una onza o 28 g, 8 g de concentrados o seis plantas inmaduras por día. Alberto y José Luis, aunque no se conocen, concuerdan que los latinos no tienen dispensarios porque no quieren: “Caería muy bien un dispensario con temática latina o mexicana; podrían vender pelón pelo rico mágico o tamarindo espacial”, opina Alberto. Puede que tengan razón, ya que el gobierno del condado de Los Ángeles, el más poblado de Estados Unidos, apoya el boom de los dispensarios y la vanguardia cannábica de la ciudad. 

El gobierno local, a través del Departamento de Regulación de Cannabis, ofrece cursos gratuitos de negocios cannábicos de mil quinientas horas y asesorías gratuitas para que se sigan abriendo negocios de este tipo. Tienen programas para ayudar directamente a los empresarios, apoyando la equidad social, a lanzar un negocio comercial de cannabis en L.A. Han seleccionado cinco proveedores para implementar un programa específico para empresarios que buscan la equidad social y estén interesados en lanzar un negocio comercial de cannabis. Este programa en línea cubrirá los requisitos de licencia estatales y locales, las regulaciones comerciales de cannabis, el desarrollo comercial específico de cannabis, el desarrollo de la fuerza laboral, el desarrollo comercial general y la educación sobre servicios de desarrollo comercial de tecnología de cannabis. Se antoja abrir un dispensario o club cannábico, ¿no? 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #321

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