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Ohio y Florida fracasan para legalizar el uso recreacional de la marihuana

El Estado del Buckeye ha rechazado en un solo voto la aprobación de marihuana recreativa y medicinal, mientras que el Estado del Sol no tendrá ninguna iniciativa en el 2016.

El Estado del Buckeye ha rechazado en un solo voto la aprobación de marihuana recreativa y medicinal, mientras que el Estado del Sol no tendrá ninguna iniciativa en el 2016.

Con un contundente 65% de rechazo, la ley que permitiría la legalización de la marihuana recreacional y medicinal en Ohio fue relegada al olvido. Solo un 35% de la población votó a favor de implementar esta medida, que hubiera permitido a los mayores de veintiún años consumirla sin peligro de persecución ni consecuencias legales. Poco más de dos millones de personas rechazaron el Asunto 3, que hubiera autorizado a los habitantes a sacar una licencia para cultivar cuatro plantas y compartir ocho onzas del material. De haber sido exitosa la medida, se hubiera creado la Ohio Marijuana Control Commission, encargada de producir las licencias para los particulares, que serían parecidas a las licencias de pesca.

Ohio es un estado relativamente pequeño pero cuenta con tres ciudades famosas: Columbus, Cleveland y Cincinnati. Su población raya en los doce millones de habitantes, lo que lo hace uno de los diez estados más densos de la unión americana. Ubicado en la parte noroeste del país, tiene un papel fundamental en el comercio de la nación, ya que se encuentra relativamente cerca de las mayores urbes y conecta hacia el norte con el vecino país de Canadá a través del lago Erie.

El plan del estado pretendía darle exclusividad para cultivar la droga comercialmente a diez empresarios en diez condados, y aprobaría una tienda cannábica por cada diez mil residentes. Ohio pretendía recolectar el 15% de impuestos de los cultivadores y el 5% de los vendedores al menudeo. También se expedirían licencias de cincuenta dólares para los particulares para cultivar hasta cuatro plantas en sus casas. La idea era recaudar medio billón de dólares al año en impuestos.

La medida fue rechazada por el electorado, ya que dejaba en manos de diez ricachones la producción de marihuana del estado. Aaron Smith, el director ejecutivo de la de la National Cannabis Industry Association, refirió: “La gente de Ohio rechazó una propuesta débil, con muchas fallas y con un enfoque monopolístico. Entendemos perfectamente el porqué de la negativa del electorado a esta reforma de la marihuana, que no pudo generar el apoyo de muchos activistas y líderes de la industria. Sin embargo, se ha generado un debate que nos muestra que hay un apoyo importante y fuerte para legalizar, gravar y regular la industria de la marihuana en el estado. Se han sentado las bases para un esfuerzo conjunto con el objetivo de llevar a cabo una iniciativa más sensible enfocada a las elecciones del 2016 y tener un impacto en la conversación del poder ejecutivo acerca del proceso”. Otros activistas que apoyan la legalización en el estado criticaron la medida porque establecería monopolios, dejando a gente de negocios como los más beneficiados. Responsible Ohio, el comité que fundó el Asunto 3, ha dicho que los derechos limitados de la producción de marihuana solo buscaban controlar la cantidad y la potencia de los productos cannábicos. Curiosamente, el estado aprobó ese mismo día una ley que prohíbe el establecimiento de monopolios en Ohio.

Buddie, la mascota de Ohio
Buddy, la mascota pro legalización de Ohio, levantó una polémica por emular a los superhéroes de dibujos infantiles y también por su fealdad

Desgraciadamente, esta columna no trae buenas noticias. En Florida tampoco habrá marihuana legal en un futuro próximo. Regulate Florida, la organización encargada de llevar a las urnas la propuesta para el electorado, ha cesado su campaña de recogida de firmas al considerar virtualmente imposible tener el mínimo requerido para este mes de febrero. Su propuesta pretendía que los adultos mayores de veintiún años pudieran poseer hasta una onza de marihuana, crecer seis plantas en sus hogares e incluso ofrecer a terceros, o en otras palabras, compartir un porrito. Los cultivadores no hubieran podido vender lo que crecía en sus residencias y hubieran tenido que esconderlo de menores y el público en general.

El encargado de la campaña, Michael Minardi, ha referido con congoja que no se podrán conseguir las más de 683.000 firmas necesarias para poder calificar su iniciativa a votación. El movimiento cannábico en Florida está muy dividido; además, de esta iniciativa salió “Right of Adults to Cannabis,” quienes abogan también por la legalización, aunque no dicen cuánto ni cómo, y dejan toda la responsabilidad a las autoridades estatales.

La esperanza recae en United for Care, quienes quieren que Florida sea el estado número veinticuatro en tener un programa legal de marihuana medicinal. United for Care, comandada por People United for Medical Marijuana (PUFMM), ahora cuenta con los que apoyaban Regulate Florida, y su victoria sería un gran paso en uno de los estados más retrógradas de la unión americana. Karen Goldstein, de Regulate Florida, dijo: “De todas formas, tenemos la necesidad de incluir la marihuana medicinal en las papeletas en el 2016, y seguiremos apoyando como siempre lo hemos hecho a United for Care”. Minardi confía en que podrán competir en el 2018, y ha dicho que ya tiene contratos para conseguir dinero y más gente comprometida.

Matt Karnes, de GreenWave Advisors, una firma especializada en estudios de mercado cannábicos, dijo en una entrevista al Herald Tribune que el tercer estado más populoso del país podría hacer billones en el mercado de la marihuana. Él proyectó que Florida ganaría un billón de dólares en su primer año de ventas legales de maría.

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