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¡Regulación ya! Editorial #258

Ya han pasado 22 años desde que al oso de la Puerta del Sol de Madrid se le endosó un porro gigante. En esa época, a lo sumo un par de centenares de personas se concentraban allí para reivindicar “libertad para María”.

Ya han pasado 22 años desde que al oso de la Puerta del Sol de Madrid se le endosó un porro gigante. En esa época, a lo sumo un par de centenares de personas se concentraban allí para reivindicar “libertad para María”.

El pasado 11 de mayo se volvieron a tomar las calles de Madrid. Hace unos cuantos años, el variopinto personal que se reúne en la Puerta del Sol se cuenta por miles. Según las encuestas más del 35% de los residentes en España, entre 14 y 64 años, han consumido alguna vez un derivado del cannabis. Ya existe una amplia mayoría de la población que ve con buenos ojos regular el uso de la planta.

Se sigue poniendo de manifiesto que los usuarios del cannabis tienen unos derechos y no desfallecen las fuerzas para conseguir una regulación en esta materia, una regulación que cuente con los intereses de los usuarios.

Esta vigesimotercera edición de la Marcha Mundial de la Marihuana ha estado dedicada a todas aquellas personas represaliadas por culpa de la prohibición. Una prohibición que ha sido la responsable de las desagradables consecuencias para las personas usuarias del cannabis a causa de la aplicación de leyes injustas e ineficaces.

Este año, con la compañía de varios grupos de reggae y rap, se ha querido hacer hincapié en que se cumplan los compromisos internacionales en materia de Derechos Humanos y Justicia Social y se respete la dignidad de la persona al libre desarrollo de la personalidad.

Ahora que se inicia un nuevo periodo legislativo puede haber un gobierno de izquierdas que rompa con el inmovilismo del partido socialista por la presión que pueda ejercer Unidas Podemos. Un nuevo gobierno que asuma de una vez por todas el proceso de cambio de paradigma que ya se ha instalado en el mundo y amplíe el debate sobre la regulación, que ya está abierto, y más cuando la OMS recomienda  sacar el cannabis de la lista de sustancias peligrosas sujetas a fiscalización.

Por fin los medios de comunicación generalistas están dando fe de la importante demanda de la sociedad de acabar con la prohibición. Parece que se agrieta el pacto presidido por la reina emérita, un pacto de los mass media con la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción –que imponía el silencio, confundiendo la información veraz sobre drogas con apología de su consumo–, como bien demuestra que la manifestación haya salido en la televisión. Parece ser que ya no temen, como hasta hace poco, dar alas a la legalización.

Un cambio de opinión se constata en la opinión pública. Empieza a formar parte del sentido común de la gente que se ha de combatir los mercados ilícitos y favorecer la salud pública y que hasta los impuestos que generaría una regulación multiplicaría con creces lo que ahora se recauda con multas por tenencia ilícita (103,5 millones de euros solo en 2017).

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #258

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