“Sexismo por omisión”. La expresión le sirve al crítico e historiador de cine Mark Cousins para explicar por qué, pese a que a lo largo y ancho del siglo y cuarto largo que ya llevamos de historia del cine ha habido miles de mujeres cineastas, a menudo su trabajo ha quedado ensombrecido y sus nombres, olvidados. Es un olvido que Cousins, que ya trazó una genealogía del séptimo arte evitando e incluso poniendo en cuestión categorizaciones habituales y lugares comunes en su monumental The story of film: an odissey (2011), propone ahora corregir en Women make film, una serie documental de 14 horas estructurada no como una historia de las mujeres cineastas, ni de su lucha por ganar peso en el arte y la industria, ni tampoco como un panfleto o un lamento, sino como una lección de cine en donde los ejemplos prácticos están extraídos única y exclusivamente de películas dirigidas por mujeres. De 700 películas de 183 mujeres directoras, concretamente. Algunas, cineastas conocidas por estos lares, como Kathryn Bigelow, Agnès Varda, Ida Lupino, Chantal Akerman, Lucrecia Martel, Claire Denis o Leni Riefensthal. Otras, maestras a descubrir, como Kira Muratova, Wendy Toye, Dorothy Arzner o Kikuyo Tanaka.
Women make film se estrenó en el Festival de Sevilla y se ha proyectado en cinco partes en noviembre y diciembre en la Cineteca Matadero de Madrid y los cines Mélies de Barcelona. Pero, más allá de ese estreno limitadísimo, en breve estará disponible en Filmin y, para cualquier cinéfilo que aún no haya tenido ocasión de verla, será una de las citas imprescindibles de este año que empieza. Porque arranca el 2020 y toca repasar la ingente oferta cinematográfica que nos depara. O, mejor, diseñar un plan de ataque para abordar la catarata de novedades con las que grandes y pequeñas pantallas, cines y plataformas, nos bombardean cada semana. Claro que aquí, por acotar y como pequeño homenaje a Cousins y su última lección de cine, vamos a seguir su ejemplo y, a la hora de centrarnos en lo que viene, vamos a circunscribir el viaje a los más inminentes estrenos con firma de mujer.
Cosa de familia
Así, con el estreno aún caliente (llegó a las salas el día de Navidad), de la última versión de Mujercitas, a cargo de la actriz, guionista y directora Greta Gerwig, que aquí, como en su anterior y notable Lady Bird (2017), se limita a escribir y quedarse tras la cámara, conviene apuntar para empezar que hay a punto de salir del horno nueva película de Sofia Coppola, On the rocks, primer largometraje coproducido por Apple y en el que la cineasta volverá a dirigir a Bill Murray tras Lost in translation (2003).
Otra miembro de familia de cineastas, Jennifer Chambers Lynch, estrena este año A fall from Grace, un thriller con el que la directora, que en 2008 se convirtió, con Surveillance, en la primera mujer en ganar el premio a la mejor dirección en el festival de cine de terror de Nueva York, reincide en el cine de género. Con su padre, David Lynch, en el reparto, se trata de su sexto largometraje, y el primero desde Chained (2012), tras la cual se ha dedicado principalmente a dirigir episodios de series por encargo.
Cine de género
Habrá más cine de género, como la comedia fantástica A Babysitter’s Guide to Monster Hunting, de Rachel Talalay, producción de Netflix en la que la directora de Tank Girl (1995) apocalíptica pero festiva adaptación del cómic del mismo nombre convertida hoy en película de culto, vuelve al cine tras un cuarto de siglo dedicada en exclusiva a la televisión. Por su parte, Mary Harron, la directora de American Psycho (2000) tiene aún pendiente de estreno en España Charlie Says, su lectura de género a los crímenes de los acólitos de Charles Manson vista en el pasado festival de Sitges; en abril estrena la serie de terror Emma, y ya trabaja en Dalí Land, el biopic en el que Ezra Miller y Ben Kingsley encarnan al pintor ampurdanés en diferentes etapas de su vida.
Tras ¿Estamos solos? (2018), su incursión en la ciencia ficción apocalíptica en clave minimalista, la directora de fotografía reciclada en directora Reed Morano, responsable de varios episodios de El cuento de la criada, sigue insistiendo también en el género en Sección rítmica, thriller con Blake Lively como vengadora atormentada, y en la serie de Amazon The power, adaptación de la novela de ciencia-ficción de Naomi Alderman en la que un fenómeno desconocido dota a todas las adolescentes del mundo de la capacidad de electrocutar a quien sea a voluntad.
También son thrillers Passing, debut tras las cámaras de la actriz Rebecca Hall, y Kallijionaire, la nueva película de Miranda July, uno de los nombres claves del cine independiente americano de lo que va de siglo, que se estrena en enero en el festival de Sundance y cuyo reparto encabezan Evan Rachel Wood, Richard Jenkins y Debra Winger.
Superheroínas
También habrá superproducciones dirigidas por mujeres, algo que hasta parecía inconcebible. En Wonder Woman 1984 repite tras la cámara Patty Jenkins tras el éxito de la primera entrega de las hazañas de la única integrante de la Liga de la Justicia (2017) que parece haber sobrevivido al desmantelamiento del universo compartido de superhéroes de la DC. Y en Viuda Negra, primera aventura en solitario de la vengadora encarnada por Scarlett Johansson, dirige Cate Shortland, artífice de la rutilante Lore (2012). Hasta aquí un patrón que se empieza a repetir en el cine de superhéroes: el de encargar a una mujer la dirección cuando la película la protagoniza una heroína, una política que tras el aparente feminismo que pretende destilar apenas oculta un criterio de cuotas que tiene más que ver con el puro márquetin que con la fe en las cineastas a las que se contrata.
De hecho, Marvel llegó a reunirse con la argentina Lucrecia Martel para hablar de la posibilidad de que dirigiera Viuda Negra, lo que ya indica hasta que punto en los despachos de la major desconocen la naturaleza del trabajo de la directora de La ciénaga (2001) y Zama (2017). Claro que, según su propia versión, a la cineasta, que ahora prepara el documental Chocobar, lo que le indignó es que le dijeran que no se preocupara por las escenas de acción, que no tendría que encargarse de ellas. “A los estudios les encantan las directoras, pero siguen pensando que las escenas de acción son para los hombres”, dice Martel.
Ese modus operandi de los estudios también vale para las versiones en imagen real que Disney –dueña ahora de Marvel, conviene recordar– está haciendo de sus clásicos animados. De ahí que sea Niki Caro –que trabaja desde hace tiempo en una biografía de Maria Callas con Noomi Rapace como la legendaria soprano– quien está tras las cámaras en Mulan, que se estrena en marzo.
De ahí que, siendo optimistas, podemos considerar que tal vez sea una buena noticia que Marvel haya puesto Eternals, otra de sus grandes apuestas para 2020, también en manos de una directora, Chloé Zao, pese a no tratarse de una aventura con protagonista individual y femenina, sino que presenta a un nuevo grupo de superhéroes. Claro que, antes de su aventura marvelita, Zao, directora del estupendo western moderno The rider (2017), estrenará Nomadland, un drama ambientado en la Gran Depresión con Frances McDormand y David Strathairn.
Miradas al pasado
Anna Boden y su inseparable Ryan Fleck, que forman pareja profesional –en lo personal, también lo fueron pero ya no– desde hace más de década y media y que se encargaron también de otra peli de superheroína, Capitana Marvel (2019), dirigen los dos primeros capítulos de Mrs. America, serie en la que Cate Blanchett encarga a la política conservadora y activista antifeminista Phyllis Schlafly, que en la década de los 70 jugó un papel clave para evitar que se aprobara en Estados Unidos la Enmienda de Igualdad de Derechos diseñada para evitar cualquier discriminación por motivos de sexo.
No será ese ni mucho menos el único drama sobre grandes mujeres. Julie Taymor, exhuberante cineasta a la que debemos un par de abigarradas, barrocas adaptaciones de Shakespeare, Titus (1999) y The tempest (2010) y aquel loco musical beatlemaníaco que fue Across the universe (2007), vuelve al terreno del biopic que ya transitó con Frida (2002) en The Glorias, adaptación de las memorias de la periodista Gloria Steinem, referencia obligada del activismo feminista en los Estados Unidos de los 60 y los 70.
También estrena en 2020 una de las cineastas capitales del último cine americano, Kelly Reichardt, que, tras la impresionante Meek’s Cutoff (2010) vuelve a explorar en First Cow el terreno del western con su particular mirada a ras de suelo, descarnada y refractaria a cualquier mitificación.
Cambios de tercio
También habrá película póstuma. Se trata de Rodman, la película sobre el extravagante ala pívot que ganó cinco anillos de la NBA con los Pistons y los Bulls de Michael Jordan con el que la directora de Big (1988) y Despertares (1990), Penny Marshall, fallecida hace dos años, daba el salto al documental.
También hay saltos de ese tipo en sentido contrario. Liz Garbus, una de las documentalistas más importantes de los últimos años –y que ahora prepara un nuevo documental sobre Cousteau– cambia de tercio y da el salto a la ficción con Lost girls, adaptación del libro del periodista de investigación Robert Kolker sobre el caso no resuelto de cinco prostitutas que fueron víctimas de un asesino en serie a finales de la década pasada.
Debuta igualmente en el largo de ficción de imagen real la animadora Brenda Chapman, directora de una pequeña joya de Pixar, Brave (2012). Lo hace con Come away, una fantasía en forma de crossover entre los protagonistas de dos clásicos infantiles: Peter Pan y Alicia en el País de las Maravillas.
Otra cineasta que empezó en la animación es la también pintora e historietista Marjane Satrapi. La iraní, que debutó con una aplaudida adaptación de su propia novela gráfica, Persépolis (2007), adapta ahora un cómic ajeno en Radioactive, biografía de la pionera de los estudios sobre la radioactividad y dos veces ganadora del Nobel Marie Curie, aquí encarnada por Rosamund Pike.
Maestras europeas
La nómina de cineastas europeas de referencia con estrenos pendientes este 2020 la encabeza Mia Hansen-Love, uno de los nombres más potentes del último cine francés, que en Bergman island rinde tributo al legendario director de Fresas salvajes (1957) con una historia filmada en la misma isla de Färo donde Bergman vivió y dirigió muchas de sus películas. La británica Sally Potter, tras entregar hace dos años una de sus películas más redondas, la hilarante y ácida The party, regresa con Molly, que se anuncia como un mucho más áspero drama paternofilial con Javier Bardem y Elle Fanning. Y la también francesa Julia Ducournau, que en 2016 debutó y deslumbró con la perturbadora Crudo, reincide en Titane en lo que ella misma llama “el horror orgánico”. O, lo que es lo mismo, su propia puesta en imágenes del cronenbergiano concepto de la “nueva carne”.
La danesa Lore Scherfig, ganadora del Oso de Plata con Italiano para principiantes (2000), abrirá en febrero el festival de Berlín con The kindness of strangers, y Susanne Bier, que ganó el Oscar a la mejor película en lengua extranjera con En un mundo mejor (2010) y que ya dirigió para televisión la espléndida adaptación de Le Carré El infiltrado (2016), es quien está tras las cámaras en The undoing, la nueva miniserie de David E. Kelley, el mítico showrunner de La ley de los Ángeles (1986-1994) o Ally McBeal (1997-2002).
La polaca Agnieszka Holland vuelve a explorar el inhóspito territorio moral de la Europa de la primera mitad del siglo XX –como ya hizo en Europa, Europa (1990), In darkness (2011) o Mr. Jones (2019) – en Charlatan, sobre la vida del checoslovaco Jan Mikolasev, que dedicó su vida a curar a enfermos sin ninguna formación médica.
Amistades, bodas y maternidades
Por su parte, la italiana Alice Rohrwacher, que en 2018 deslumbró y ganó el premio al mejor guión en Cannes con Lazzaro Feliz, se encarga de dos de los episodios de la segunda temporada de La amiga estupenda, la adaptación que la RAI y HBO coproducen de la aclamada serie de novelas de Elena Ferrante. Y la española Icíar Bollaín, a la que la Filmoteca de Cataluña dedicó una amplia retrospectiva a finales de 2019, estrenará La boda de Rosa, una comedia con Candela Peña y Sergi López.
Con produccion también en parte española, la directora de La teta asustada (2009), la peruana Claudia Llosa, dirige para Netflix Distancia de rescate, adaptación de una novela de Samanta Schweblin. Y, en el otro extremo del mundo, y también basándose en una novela –en este caso de la escritora Mizuki Tsujimura– y explorando el tema de la maternidad, Naomi Kawase, una imprescindible del cine japonés en lo que va de siglo, ultima Asa ga Kuru, un drama sobre una mujer que es contactada por la madre biológica de su hijo adoptivo. De Kawase tendremos más noticias, porque es además la escogida para filmar el próximo verano la película oficial de los Juegos Olímpicos de Tokyo.