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Entre hierbas anda el juego…

Canelón de piña y arroz con leche de coco CBD Tonic sobre salsa de hierba luisa

Si alguna vez queréis quedar como unos auténticos natural foodies con un postre vegano, aquí os dejo una receta más o menos sencilla a la par que elegante y sana. Va aliñada con CBD, así que además minimizáis los efectos psicotrópicos y aportáis los medicinales.

Ingredientes para cuatro personas

Canelón de piña

  • 1 piña natural mediana
  • 1 lata de leche de coco de 400 ml
  • 12 g de CBD Tonic
  • 80 g de azúcar blanco
  • 60 g de arroz de grano redondo

Salsa de hierba luisa

  • 300 ml de leche de avena
  • 4 cs de azúcar blanco
  • 2 g de kuzu
  • 2 cs de hierba luisa

Decoración

  • 12 frambuesas frescas
  • 4 tallos de hierba buena

Elaboración

Para cannabizar nuestra receta he seleccionado la variedad CBD Tonic, de World of Seeds, que regalamos con el número de junio del pasado 2020. Se trata, como su propio nombre indica, de una planta con un alto contenido en CBD y creada para uso medicinal. Va muy bien como analgésico y relajante. Es de dominancia índica y sus efectos son suaves y relajantes. Su sabor es claramente cítrico con toques de Diesel. Además, es fácil de cultivar y con una producción nada desdeñable.

Para integrarla en nuestra receta vamos a preparar, como en otras ocasiones, una leche de coco cannabizada. Comenzaremos poniendo el contenido de la lata a calentar en un recipiente al baño maría para evitar que hierva. Cuando alcance unos setenta grados más o menos, incorporamos la marihuana previamente pasada por el grinder: hacemos que se sumerja en su totalidad y esperamos unos veinte minutos a esa temperatura. Después, la pasamos por un colador de tela o tamiz y la dejamos reposar para asentar todos los sabores y aromas.

Canelón de piña y arroz con leche de coco CBD Tonic sobre salsa de hierba luisa

Para la salsa de hierba luisa, ponemos en un cazo la leche de avena a calentar. Cuando empiece a hervir, le añadimos la hierba luisa, la retiramos del fuego y la tapamos tres minutos para que infusione. Después, la colamos y la ponemos de nuevo a hervir para poder espesarla con el kuzu y disolverle bien el azúcar. Para que el kuzu no haga grumos, hay que disolverlo previamente en un poquito de agua y añadirlo a la leche hirviendo en forma líquida y no sólida. Después del kuzu, podemos añadirle el azúcar y remover durante dos o tres minutos hasta que todo esté perfectamente integrado y tenga el espesor deseado. Deberemos tener en cuenta que cuando se enfríe se espesará aún más. Cuando esté en su punto, la retiramos y la enfriamos tapada para evitar que se endurezca la superficie.

A continuación, vamos a por el arroz con cannaleche de coco. Ponemos la leche de coco cannabizada a calentar en un cazo. Cuando hierva, le añadimos el arroz y lo removemos hasta que vuelva la ebullición. Le bajamos el fuego y lo dejamos cocer removiendo de vez en cuando durante quince minutos más o menos. Pasado este tiempo, le añadimos el azúcar, lo mezclamos todo bien hasta que se disuelva por completo. Después, lo retiramos del fuego y lo ponemos a enfriar tapado para que no se reseque la parte superior, igual que la salsa.

Una vez que tenemos fríos el arroz y la salsa, podemos pelar bien la piña y cortar rodajas muy muy finas para hacer los canelones. Cogemos las rodajas, las rellenamos con el arroz con leche de coco bien frío y las enrollamos como los canelones. Y señoras y señores, ya lo tenemos todo preparado para montar los platos.

Comenzamos poniendo en el centro del plato dos o tres cucharadas soperas de salsa de hierba luisa. Con el revés de la cuchara, dibujamos una espiral y hacemos un círculo. Sobre esto colocamos un canelón y luego otro apoyado y cruzado encima. Colocamos graciosamente tres frambuesas alrededor y un tallo de hierba buena entre los canelones y… ¡tacháááán!: ya tenéis vuestro postre. Espero que os guste y lo disfrutéis. ¡Hasta la próxima!

LA DOSIS CORRECTA

Se estima que medio gramo por persona si no es usuaria de cannabis es una dosis suficiente para sentir los efectos. Si eres consumidor habitual la tolerancia hacia la sustancia activa hará que necesites el doble: un gramo. No olvides que durante la digestión el THC se convierte en una molécula más potente que propicia una experiencia retrasada y hasta tres veces más intensa que con una cantidad similar fumada. Si cuando fumamos o vaporizamos podemos apreciar los efectos a los 10 minutos y estos nos pueden durar hasta 4 horas, cuando comemos el efecto deseado tarda entre 30 y 90 minutos en mostrarse en todo su esplendor y puede llegar a mantenerse hasta 8 horas. Como es sabido, en ayunas el efecto es mayor.  Dado que no todas las hierbas son iguales y que todos somos diferentes, estos consejos sobre cantidades y efectos son orientativos. Es al comensal al que corresponde encontrar su medida. La prudencia siempre es buena consejera. 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #278

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