Hoy vamos a preparar una sofisticada y deliciosa receta para quedar como un rey mago en estos días de comidas copiosas y exquisitas. Sorprender a la familia con este plato trascendente, hacerla partícipe de este secreto ibérico y llevarla más allá de las convenciones. ¿Quién dijo que las Navidades son un suplicio?
Nuestro toque especial en esta ocasión se lo vamos a dar con Sir Jack. Esta variedad tiene un 30% de índica y un 70% de sativa, y destaca por la gran cantidad de resina que produce, por lo que es perfecta para realizar extracciones. Aunque nuestra elección ha sido fundamentalmente por su riquísimo sabor a incienso y limón, que va a completar y enriquecer nuestra vinagreta de trufa.
Para comenzar esta receta tendremos que hacerlo el día antes para que la carne se marine bien. Para ello mezclamos los ingredientes de la marinada en un bol con una varilla. A continuación, colocamos el secreto ibérico en un recipiente plano y le añadimos la marinada bien mezclada hasta cubrirlo por completo, lo tapamos y lo metemos en la nevera durante 24 horas. Pasado ese tiempo, ya podemos sacarlo y escurrirlo. Entonces ponemos una sartén antiadherente a calentar para poder marcar la carne; marcar significa dorar la parte exterior a fuego fuerte para que el interior quede poco hecho. La marcamos bien por todos los lados y la reservamos para que se vaya enfriando y podamos cortarla después sin quemarnos.
Para la elaboración de la vinagreta procedemos igual que para la marinada: mezclando bien los ingredientes en un bol hasta obtener una mezcla homogénea. Posteriormente, ponemos la carne templada en una tabla y la cortamos transversalmente en lonchas lo más finas posibles. Extendemos las lonchas de carne en un plato, colocamos a su lado la rúcula y lo regamos todo con nuestra magnífica vinagreta mágica. Lo ideal sería que la carne estuviera templada, y así poder apreciar todos los matices de su exquisito sabor.
Pues nada, a disfrutarlo en familia; que la familia que se coloca unida, permanece unida.