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Un postre ni frío ni caliente, pero relajante

Sabayón de jerez con Eleven Roses, helado de vainilla y ‘coulis’ de fresas

Nos vamos hasta Italia para traer este relajante postre de contrastes. No es apto para veganos ni para gente sana que no tome alcohol, además, estará “aliñado” con esta multipremiada variedad que regalamos con la revista en junio del año pasado: la Eleven Roses Early Version, de Delicious Seeds. Esta maravilla es totalmente índica y posee porcentajes de THC de hasta el veinticinco por ciento, así que prepararos para un viaje totalmente narcótico. 

Ingredientes para cuatro personas

Sabayón 

  • 6 yemas de huevo 
  • 2 huevos enteros 
  • 100 ml de jerez dulce 
  • 50 ml de tintura de jerez con Eleven Roses 
  • 150 g de azúcar moreno 
  • Un chorrito de zumo limón 

Coulis’ de fresas

  • 250 g de fresas 
  • 50 g de azúcar moreno 
  • El zumo de medio limón

Complementos

  • 8 fresas 
  • 4 tallos de hierba buena
  • Un poco de café soluble

 

Elaboración 

Los orígenes de este postre son inciertos y están llenos de leyendas y versiones. Los Balcanes, Venecia, Reggio Emilia, etc. Aunque a nosotros la que más gracia nos hace es la de Torino. Según cuentan, hacia el año 1500 un fraile franciscano llamado Baylon le dio el nombre de crema de San Baylon. Este hombre recomendaba el postre a las mujeres que le confesaban su insatisfacción sexual. Les decía que este elixir afrodisiaco despertaría el instinto de sus maridos y podrían así disfrutar más de sus encuentros íntimos. El éxito fue tal, que la receta se transmitió de madres a hijas como remedio mágico, cual Viagra, y acabó saliendo de Torino para extenderse por el resto de Italia y de Europa. De hecho, en esta ciudad llega hasta nuestros días una oración a San Pasquale Bailonne, que dice así: “San Pasquale Bailonne, protettore delle donne, fa che trovi un bel marito. ¡Sano, ricco e colorito!”, lo que traducido al castellano viene a decir: ‘San Pascual Bailonne, protector de las mujeres, haz que encuentre un lindo marido. Sano, rico y colorido’. No sé cuánto habrá de verdad en todo esto; el caso es que la primera receta escrita que se conoce se origina en Nápoles alrededor del año 1450 y, hoy en día, podemos verla en el Morgan Library and Museum de New York. 

Sea cual sea su origen, nosotros vamos a disfrutar de su degustación sí o sí. Como siempre, habrá que preelaborar la parte cannábica. En esta ocasión vamos a hacer una tintura con el jerez. Como ya hemos explicado en alguna ocasión, la tintura es muy fácil de elaborar. Basta con unos 20 g de flores u hojas con tricomas por medio litro de alcohol, en este caso vino de jerez. Se introduce todo en un bote hermético y se guarda en un lugar sin luz ni humedad. Lo dejaremos allí durante al menos 30 días, y moveremos el bote de vez en cuando. Pasado este tiempo, filtraremos con un colador fino y ya tendremos la tintura lista para el consumo. 

El siguiente paso será elaborar el coulis de fresas. Habrá que lavar las fresas, cortarlas por la mitad y ponerlas a cocer junto al azúcar y el zumo de limón. Las dejamos 10 min a fuego lento. Después, lo trituramos, lo pasamos todo por un colador, lo dejamos enfriar y lo reservamos. 

Sabayón de jerez con Eleven Roses, helado de vainilla y ‘coulis’ de fresas

A continuación, habrá que preparar las copas o los recipientes donde queramos servirlos. Lavamos y cortamos en trozos pequeños cuatro de las fresas de los complementos y las ponemos en el fondo de la copa junto con un buen chorro de coulis; las otras cuatro fresas las guardamos para decorar. Una vez que tenemos las copas preparadas podemos comenzar con la elaboración del sabayón. La receta en sí es bastante sencilla, aunque requiere de un brazo fuerte y resistente o de una batidora de varillas eléctrica. Basta con poner los ingredientes en un bol metálico al baño maría y batir como si no hubiera un mañana hasta obtener una espuma cremosa. Lo único que debemos tener muy en cuenta es que el agua no hierva en ningún momento, ya que si lo hiciera nuestro sabayón se cortaría debido a la cocción de los huevos. Si veis que va a hervir, la retiráis del fuego sin parar de batir. Cuando la mezcla tenga la consistencia de una espuma densa que se adhiere al bol y no se mueve cuando le damos la vuelta, estará perfecto y listo para servir. En ese momento, pondremos una bola de helado en la copa junto al coulis y las fresas cortadas. Después, verteremos sobre esta mezcla el sabayón templado hasta cubrirlo todo. Y, por último, espolvorearemos el café soluble por encima y decoraremos con los tallos de hierba buena y la fresa reservada con anterioridad. 

Y ya estará: habrá que comerlo en el momento para disfrutar de ese delicioso contraste de temperaturas y texturas en boca. Espero que os guste y que las agujetas en el brazo no empañen este momento de felicidad. ¡Hasta la próxima! 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #316

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