Pedro Armando Navarro (Málaga, 1992), más conocido como Foyone, empezó a rapear con veinte años y registró su primera grabación en el 2012. Conoció a Sceno Mclane pintando grafitis en los trenes. Primero, compañeros de misiones; ahora, creadores de la nueva escuela. La amplitud de sus letras y ritmos son respetados en todo el panorama.
#RapSinCorte nació desde la precariedad. Estos creadores malagueños no tenían estudio de sonido y dijeron: “Con una cámara, nos vamos a la calle, lo grabamos y a ver cómo suena”, recuerdan Foyone y Sceno mientras comen un bocata en una terraza del madrileño barrio de Lavapiés. En el 2012, YouTube acogió el primer #RapSinCorte. El formato fue y es sencillo: un plano secuencia grabando el sonido directo del rap del malagueño. El pasado 12 de noviembre del 2021, el canal de Foyone difundió el #RapSinCorte número 50, el único de todos en el que el rapero no estaba solo ante la cámara. El #RapSinCorte L juntó a casi una veintena de los raperos y raperas más destacados de la escena contemporánea. Kase.O, Tote King, Fernando Costa, Ayax, Prox, Pta Zeta, Laüra Bonsai y Felinna Vallejo son algunos de los nombres que acompañaron a Foyone en un vídeo que hoy supera los seis millones y medio de reproducciones en YouTube y los cuatro y pico en Spotify.
Esta colaboración de raperos y raperas, a día de hoy, es la más multitudinaria de la historia del rap en España. Tras una década en la que han publicado siete discos, subido cincuenta #RapSinCorte, ¿a dónde van a llegar Foyone y Sceno? Cáñamo se reúne con los artistas por las calles de Madrid con la excusa de hablar sobre su último trabajo discográfico, Dios bendiga este EP, y la gira de su décimo aniversario.
Habéis celebrado los diez años de #RapSinCorte, ¿seguiréis haciéndolo o es el fin de un ciclo?
F: Ha sido un fin de ciclo, en verdad, el final de cómo venimos haciendo las cosas. Ahora se trata de hacerlo de otra manera, con otros tiempos, e intentar subir el nivel y darle a todo un poco más de calidad. Poder mimar las cosas; que venimos arrastrando una inercia de hacer cosas, hacer cosas, hacer cosas… Queremos pegar un frenazo. Vamos a tomarnos nuestro tiempo para elaborar algo mimado, que será el futuro álbum que lanzaremos dios sabe cuándo.
Siete discos y no sé cuántos EP. El volumen de vuestra obra no sé si es comparable a algún otro artista de este género.
S: Entre discos y epés, todos los años sacamos un par de trabajillos.
F: Cuando vamos a hacer lo de la SGAE se quedan como temblando, diciendo, cómo que trescientos y pico temas.
Y, Sceno, tú de repente lanzas siete instrumentales diferentes en un mismo tema. Hay gente que saca un EP con el mismo número de bases que tú usas para una sola canción.
S: Es parte de la gracia. Unir varias ideas dentro de un mismo tema, que no siempre pasa, pero cuando podemos hacerlo, lo hacemos. Muchas veces a mí me gustan las cosas que suenan poco y solo una vez; ahí ya te las has escuchado, no tiene por qué estar ahí en bucle diez minutos. Son cosas de la progresión de la música.
¡Andaluces, levantaos!
Vivíais juntos, ¿no?
F: Seguimos.
¿Y ahora tenéis estudio en casa?
S: Ahora lo tenemos de obras.
F: Hemos pillado un local; es un garaje normal. Estamos insonorizándolo para dejarlo más guay. Casi siempre empezamos a currar después de comer. Por la mañana, un poco de oficina en la casa, y ya, después de comer, nos vamos al estudio y nos pegamos toda la tarde hasta la hora que sea. Esa es un poco nuestra rutina.
¿Cómo ha evolucionado la escena desde que empezasteis?
F: De manera superpositiva, yo creo. Cuando empezamos, nosotros estábamos como al final de una generación, de un ciclo: 2010, 11, 12.
S: En el mundo entero... Tiene que ver, supongo, por cómo se acabó el disco físico como tal y las discográficas. YouTube… Eso era pico y pala en internet gratis. El Souncloud, ahí yo subía bases, regalando música, mientras otros estaban intentando venderla, intentando dar conciertos, nosotros la estábamos regalando en internet, básicamente.
F: Cada diez años hay un ciclo y, ahora, estamos al final de uno también. Ahora hay chavales sacando su movida nueva.
Parece que lleváis todo estrictamente planeado, ¿es así?
S: Vamos hilando inconscientemente muchas veces.
F: Sincronías que se dan. Nosotros lo que hacemos es música. De hecho, en el tema del marketing digital es en lo que flojeamos algunas veces.
S: No es que flojeemos, sino que podríamos echarle más ganas. Pero eso nos quita tiempo de hacer música. Yo tengo que racionar mi tiempo de alguna manera; podría ponerme a mandar correos, pero prefiero estar haciendo música, la verdad.
Nombras la mítica frase de Blas Infante, “¡Andaluces, levantaos!”, en tu tema “Fxck NPO”. ¿Qué ha aportado la tierra a vuestro sonido?
F: Nuestra manera de ser. Somos de allí. Cada territorio tiene su propia idiosincrasia.
S: España es muy pequeña, pero cambian mucho la gente, los niños de una ciudad a otra: las costumbres que tienen, las drogas que se meten, las peleas que tienen. Cambia de una ciudad a otra, pero exagerado. El clima hace mucho también: que un niño esté desde los cinco años hasta los veinte encerrado en una habitación porque hace frío y no puede salir a la calle es diferente que estar todo el día fuera. No digo que una cosa sea mejor que otra, pero eso te condiciona.
“Hasta que se me fue la olla”
En #RapSinCorte L, Easy-S dice que el segundo #RapSinCorte le hizo pensar, que le cambió veros ahí. De hecho, cierra su intervención refiriéndose a ti, Foyone, diciendo: “Por ver al Pedro fuerte, no en camisa de fuerza”. Foyone, en Fxck NPO dices que volver a Málaga te ayudó y alejó tu paranoia. Que viviste en Madrid hasta que se te fue la olla.
F: Tal cual, sí.
¿No te va bien Madrid?
F: No.
S: Eso va dentro de cada uno.
F: A mí, personalmente, no. Según cómo sea la persona, yo es sobre todo por los amigos. Tengo mis amigos desde chico, desde los diez años, y son mis amigos de ahora. Te vienes aquí a Madrid y conoces a uno y a otro, pero donde estás más a gusto al final es allí en tu tierra, en Málaga.
“Que veas mis dientes en la foto no es que esté contento”, dices en uno de los temas de Dios bendiga este EP. No debe ser fácil cuidar la salud mental en esta era de redes sociales en la que los artistas estáis tan expuestos.
F: Yo no les hago mucho caso.
S: Hay gente que se levanta y echa un par de horitas a ver qué han dicho de él.
F: Obviamente, internet lo multiplica todo porque te llega más el comentario negativo.
S: Que te lo diga un cualquiera, qué más te da. Me importa lo que me digan mi madre o Pedro [Foyone].
F: Obviamente, está superguay porque gracias a las redes sociales podemos estar nosotros haciendo gira.
S: Por lo general, las cosas que suelen llegar son buenas.
Saco este asunto por vuestro nuevo tema: “No me adapto”.
F: Algo hay que no da tiempo a adaptarse... Vivimos en un mundo en el que hace veinte años no había internet ni esas cosas. Yo creo que al ser humano no le da tiempo, mentalmente, para poder prepararse a una sobreexposición.
S: Ahora se habla mucho del ciberbullying. Fíjate cómo se toman las cosas los actores famosos antiguos, que no tienen redes. Ya se habla de suicidios, como lo que pasó con esta mujer. No se han criado con eso siquiera. Creo que a una persona mayor le afecta más una crítica por internet que a un chaval, aunque parezca lo contrario.
F: Y, aun así, también es algo real, aparte de la edad. Ahora el guay de la clase será el que tenga más seguidores en Instagram y el bullying será no seguir a tu compañero que está más en segundo plano. Hay un montón de suicidios de chavalillos jóvenes por esas historias; no es broma.
“La gente está alabándome y yo tocando fondo”, dices en “Stephen Hawking”, tu nuevo tema con Tote King. ¿Por qué os sentasteis a escribir algo tan alejado del egotrip y que os muestra como vulnerables?
F: Fue a raíz del sample que encontramos con el que comienza el tema.
S: Habla de un artista que finge, un actor, un intérprete.
F: En cierta manera, habla de todo el que está en esa posición, sobreexpuesto, ya seas artista o no. Subes una foto a Instagram y no vas a subir una foto en la que se te vea mal o en la que estés llorando. El lado feo de la moneda no lo vas a ver. Pero, claro, hay que ser conscientes de que somos personas y que todos tenemos ese lado, que ni siquiera es oscuro, que es parte nuestra. Hay que hacer ver que somos personas y que esa parte es una cosa natural, ya seas artista o no.
Guerreros psicodélicos
Sceno: “Lo curioso es hablar de lo mismo que habla toda la gente pero con un tercer punto de vista, el punto de vista de un alien o algo así. Es tener otra visión con la que te puedes permitir decir ciertas barbaridades porque “yo soy de otro planeta”
El imaginario reptiliano es una constante en tu obra, ¿por qué?
F: Siempre nos ha llamado la atención un poco. No es algo consciente ni tampoco es porque haya un nicho de mercado.
S: Históricamente, todo el mundo habla en la música de las mismas cosas. Para mí, lo curioso es hablar de lo mismo que habla toda la gente pero con un tercer punto de vista, el punto de vista de un alien o algo así. Es tener otra visión con la que te puedes permitir decir ciertas barbaridades porque “yo soy de otro planeta”. Se trata de ponerte en la piel de una persona que viene de fuera, un ejercicio mental.
Aunque no fuese buscado, el verso “Hola, humano, estás hablando con el Reptiliano” llegó en un momento en el que el contenido conspiranoico rebosaba en la red. Y ahora, con todo lo que estamos viviendo...
F: Hubo una época en que, ¡no veas!, si el Efecto 2000, el 2012...
S: Mucha gente se suicidó.
F: Y, ahora, de hecho, va a haber otro repunte conspiranoico, creo yo, con lo del COVID. Da pie a que la gente se pregunte: “¡Hostia!, ¿será todo tal y como nos han contado?, ¿la versión oficial es la verdad absoluta o no?”.
S: Siempre pasa... Con los años, cuando ya se hayan muerto todos los implicados, sabremos de verdad lo que ha pasado.
En alguna de tus letras pides la legalización de la marihuana.
F: Habría que ver qué tipo de legalización. Creo que un ejemplo puede ser Uruguay, cómo lo han sabido gestionar ellos. No sé ahora mismo en qué punto está, no estoy muy pendiente. Pero creo que en España hay un porcentaje bastante elevado que consume y pienso que es algo que sí se puede legislar de alguna manera que aporte riqueza al país…
S: Y que te ahorres multas también.
F: Al final sería dinero que quedaría para la gente, creo que sería algo positivo. Pero lo veo complicado.
S: A ver, los bancos españoles están metiendo mano desde hace años. Cuando C. Tangana haga un anuncio de yerba o Pablo Iglesias o alguno de estos... Cuando un político vea que ahí hay negocio, se legalizará.
La escena del rap visibiliza más ahora que antes el consumo de sustancias ilegales.
F: Viéndolo desde lejos, antiguamente, había algo más del rap-mensaje.
S: Siempre había como dos movidas.
F: Ahora eso ya no existe prácticamente. Ahora hay peña que tiene la libertad de que no tienen que quedar tan bien públicamente.
S: Ahora ya a los patrocinadores y a las discográficas les dan un poco igual todas esas cosas. Si tú haces eso en YouTube, lo único que va a pasar es que YouTube te va a poner el vídeo para mayores de dieciocho o a lo mejor no sales en la radio. Tú puedes hablar de la droga en tu carrera y funcionar, y sin disimular nada.
F: Aquí en España no sé yo, eh. Pon tú los 40 Principales a ver cuántos te dicen que fuman porros.
S: Nosotros no salimos en los 40 Principales ni en ninguno de estos.
F: Ya, pero digo a nivel mainstream máximo.
S: No, mainstream no, imposible.
Foyone, ¿qué relación tienes con la planta?
F: Yo no fumo; de hecho, me dejó de sentar bien y ya no fumo.