Marihuana afrodisíaca
Ni un hueco sin cubrir
Crecen las aplicaciones sexuales del cannabis y los sexólogos las avalan, pues dicen que con la dosis y la variedad adecuadas la yerba estimula y relaja, dos verbos clave para disfrutar del sexo.
Crecen las aplicaciones sexuales del cannabis y los sexólogos las avalan, pues dicen que con la dosis y la variedad adecuadas la yerba estimula y relaja, dos verbos clave para disfrutar del sexo.
La clave no está solo en la dosis. Que el cannabis amenice tus polvos depende de más factores que el de acertar con el número de caladas que le des al porro. Más que excitante, la marihuana es relajante, y a nadie se le escapa que estar tranquilo y libre de estrés es una manera excelente de entrar en la cama con compañía.
“Pero tampoco hay que pasarse con el relax, porque tanta tranquilidad puede ser contraproducente”, dice la sexóloga Ángeles Gutiérrez. Sobre la dosis adecuada, no hay forma de establecer una única medida. “Ninguna droga hace el mismo efecto en una persona que la consume con asiduidad, que en otra que solo la prueba puntualmente”, añade la experta, que informa de que no influye igual a hombres que a mujeres, ni a las personas sanas igual que a las que tienen problemas de salud.
“Es una droga que produce euforia pero también es depresora. Hay que parar en el momento adecuado si se desea una relación sexual satisfactoria por ambas partes”. Para el que no esté acostumbrado a la yerba, dice Gutiérrez, lo mejor es quedarse corto. “Si se consume demasiada, los chicos pueden tener problemas de erección, y en ellas, una relajación excesiva provoca falta de concentración”. Y hace una comparación que todo el mundo entiende: una copa de vino alegra y ayuda; una botella entera puede arruinarte la noche.
En el caso de la marihuana, a veces no es la cantidad, sino también el tipo de maría lo que hay que escoger con esmero. Las variantes con menos de un veinte por ciento de THC son las preferidas por las mujeres para consumir maría con aplicaciones sexuales. Precisamente por debajo de esa cantidad está el producto que el año pasado empezó a comercializar Karyn Wagner, fundadora de Paradigm Medical Marijuana, y al que llamó con mucha vista comercial Sexxpot. La yerba en cuestión es una variante de Mr. Nice, que solo tiene un catorce por ciento de THC, una cantidad perfecta, según la promotora, para coger el punto y no dejar KO al que la fuma.
Aplicaciones antiguas, industria en auge
El uso del cannabis como potenciador de la sexualidad y la sensualidad está documentado desde hace siglos. En la India, por ejemplo, se ha empleado siempre para favorecer la práctica del sexo tántrico, donde lo esencial no es llegar al orgasmo cuanto antes, sino todo lo contrario. Bhang o siddhi son los nombres con los que se conoce en el norte del país y en Bengali, respectivamente, una yerba que los hindúes consideran que facilita la comunicación en la pareja y aumenta el placer en la relación sexual. Pero la palabra más común para referirse a ella y que se puede encontrar en todos los manuales de sexo tántrico es vijaya, que quiere decir ‘victoria’.
Algunas empresas han visto una oportunidad de negocio en estas aplicaciones, pues a nadie se le escapa que las mujeres son la mitad de la población mundial y que es un mercado aún sin explotar que puede generar millones de euros. Más información, poder adquisitivo y mayor libertad sexual son algunos de los factores que han convertido a las mujeres en el objetivo comercial de estas empresas. Muchas también las han creado ellas. “Además, el cannabis tiene la virtud de llamar la atención de un público muy amplio, pues se interesan por él personas que no lo consumen habitualmente e incluso nunca”, explica Gutiérrez a Cáñamo. Y ese es el motivo por el que empresas como Foria se han propuesto crear productos con THC para chicas.
Uno de los artículos estrella de esta firma californiana es un lubricante hecho con aceites de cannabis y coco que se puede aplicar en la piel y los genitales pero también se ingiere. Recomiendan aplicarlo unos treinta minutos antes del acto sexual para aumentar el deseo, retrasar el orgasmo, y una vez conseguido, alargarlo. Hasta quince minutos dice la publicidad que pueden las mujeres gozar del clímax con ese ungüento. Algunas clientas, según informa la marca, también han informado de orgasmos múltiples, y todas, casi sin excepción, de una relajación no solo agradable, sino también muy conveniente si se quieren tener relaciones placenteras.
Mucha demanda
En España no se comercializan los productos de Foria porque todavía no han pasado los registros médicos, pero existe una opción muy parecida que se fabrica en Holanda. Ángeles Gutiérrez lo vende en Dolce Love, un sexshop de Madrid regentado por sexólogos que, como ella, creen que no todo vale y es preciso estar informado sobre lo que se toma o se aplica en el cuerpo.
En este caso, el aceite que venden es un lubricante de cannabis elaborado por Cobeco Pharma. “Es unisex, huele a maría y no puede decirse que el sabor sea muy rico pero relaja. Y si relaja, lo que facilita es que el orgasmo sea más largo tanto en ellas como en ellos”. El producto cuesta 15 euros, frente a los 88 dólares del producto de Foria, y es uno de los lubricantes que más piden los clientes de Dolce Love. “No solo en la tienda, en las reuniones de tuppersex que organizamos a domicilio tiene mucho éxito. No hace falta ni ofrecerlo, la gente pide ‘algo con marihuana”.
La sexóloga cuenta que quienes se lo solicitan son personas entre veinte y treinta años. “No sabría decir el motivo, pero lo cierto es que la gente de más de cuarenta ni lo pide tanto ni muestra tanto interés como los más jóvenes”.
Analgésico para mujeres
En los años ochenta del siglo xx se hicieron los primeros estudios serios sobre el uso de la marihuana como abortivo, calmante y analgésico para combatir las molestias propias de las mujeres. Uno de los casos que se estudió con más profusión fue el de las rastafaris de Jamaica. Estudiándolas se descubrió que hacía décadas que empleaban la ganja no solo para tener relaciones sexuales más satisfactorias, sino también para evitar las náuseas propias del embarazo o los dolores de la regla.
Ese es el filón que están aprovechando algunas emprendedoras como la actriz Whoopi Goldberg, que ha puesto en marcha una empresa con la que comercializa marihuana terapéutica especializada en problemas relacionados con la regla o la menopausia. Whoopi & Maya es el nombre de la empresa que ha abierto junto a su socia, Maya Elisabeth, y con la que fabrica infusiones y sales de baño que contienen THC.
“Me siento inspirada por mi propia experiencia, por una vida de periodos menstruales difíciles y el hecho de que el cannabis era lo único que me aliviaba”, ha declarado la actriz estadounidense. Sus productos están avalados por la comunidad científica, como también lo están los supositorios de marihuana y otros productos naturales que ha producido Foria y que una vez introducidos en la vagina tardan quince minutos en hacer efecto. Una pega que tienen ambos productos es que no se pueden conseguir en España, y la otra, que no son precisamente asequibles. Una caja de cuatro supositorios vaginales cuesta 44 dólares, un precio muy superior al de cualquier analgésico de venta en farmacias.
Ningún investigador se atreve a concluir tajantemente que la maría produce esterilidad, porque el tema no se ha estudiado a fondo. Pero en lo que están casi todos de acuerdo es en que no ayuda a embarazar ni a embarazarse. La investigación más reciente y también la más ambiciosa se dio a conocer hace dos años. La realizó un equipo de científicos de las universidades de Sheffield y Manchester, y el resultado no fue muy alentador para los fumadores que ansíen ser padres.
Con muestras de semen de 2.249 hombres recogidas en catorce clínicas de reproducción asistida de todo el Reino Unido, pudieron ver que los espermatozoides de quienes habían fumado marihuana en los últimos tres meses mostraban alteraciones morfológicas. Otra de las conclusiones que obtuvieron es que el THC reduce su movilidad, una de las variables con la que se evalúa la fertilidad y calidad de los gametos, y que se tiene muy en cuenta a la hora de prever el éxito o el fracaso de una fecundación in vitro.
Al parecer, el sistema endocannabinoide (un grupo de moléculas grasas involucradas en varios procesos fisiológicos, como el apetito, la sensación de dolor o el estado de ánimo) influye considerablemente en el sistema reproductor masculino, y es precisamente ese sistema el que reacciona al principio psicoactivo de la marihuana. De esos lípidos también hay en altas concentraciones alrededor del óvulo, por eso las clínicas de reproducción asistida recomiendan que tampoco las mujeres que deseen quedarse en estado fumen cannabis.
El estudio también midió la calidad del semen de hombres que fumaban y bebían, pero ninguna de esas sustancias alteró la forma del espermatozoide, aunque no descartaban que la influencia de dichas sustancias se refleje en la información genética del ADN. Pero tampoco eso se ha estudiado aún a conciencia. Sin resultados concluyentes, lo que dicen los estudios es que fumar maría reduce la calidad del semen pero el mismo efecto tiene el verano, ya que en la misma investigación descubrieron que la agilidad del espermatozoide desciende considerablemente con el calor. Y esa sí que es una variable difícil de controlar. Sobre todo si el gameto vive en España.
No solo las mujeres buscan confort en las relaciones sexuales. Bajo el eslogan publicitario “El sexo no tiene que doler”, Foria ha lanzado Explore, los primeros supositorios del mundo especialmente compuestos para practicar sexo anal. Contienen jojoba, lecitina orgánica de girasol y una buena cantidad de THC, sesenta miligramos, y diez de CBD. Los hombres y mujeres que teman esa práctica sexual deben saber que el producto relaja la zona pélvica al completo, permite penetraciones profundas, aumenta el placer y su uso no es incompatible con los condones de látex. Lo dicho: la industria de la marihuana afrodisíaca no dejará ni un hueco del mercado sin cubrir.