A las 15:40h apareció en la pequeña playa de s’Arenal, en la isla de Formentera, un objeto marino no identificado que llamó la atención de los bañistas.
Unas bolsas negras grandes, que aparecieron flotando sobre el agua de la playa y llegaron hasta la orilla despertaron la curiosidad de las personas que disfrutaban de la playa. Los bañistas alertaron a los socorristas ante la llegada del objeto, quienes acabaron descubriendo el contenido de las bolsas: paquetes con cocaína.
En total 25 kilogramos de cocaína empaquetada en paquetes pequeños en forma de ladrillo y con una particular identificación: un dibujo de un oso con una franja roja, azul y blanca, una simbología típica de Rusia. Los socorristas avisaron a la Guardia Civil, que acudió a la playa y se llevó los fardos de cocaína.
Según publicó El Diario de Ibiza, la Guardia Civil retiró el fardo para confirmar mediante un análisis su contenido y abrió una investigación para tratar de determinar su origen. Como ocurre en la mayoría de estos casos, los fardos provienen de lanchas o barcos que transportan droga de una orilla a otra, normalmente para esquivar los pasos fronterizos.
No es raro que alguno de los fardos que transportan los traficantes acabe cayendo por error –o a propósito ante una inminente intervención policial– al mar, y de vez en cuando se avistan paquetes como este, normalmente de hachís o cocaína, en alguna zona costera.