El juez ha dictado la absolución al considerar que las pruebas presentadas demuestran que el hombre era usuario medicinal de cannabis y no había pruebas que indicaran que el cannabis estuviese destinado al tráfico.
El hombre fue interceptado en el municipio de Tordera en 2018, durante un control policial rutinario en el que los agentes encontraron dos bolsas con cogollos de marihuana en el maletero que sumaban más de 3,5 kilos. Los agentes también incautaron 1620 euros en efectivo que el hombre llevaba consigo.
A pesar de que el juez ha considerado “relevante” la cantidad de droga incautada, ha resuelto que no se ha encontrado ninguna prueba que indicara que el cannabis incautado iba a ser distribuido a terceros, como por ejemplo utensilios de pesaje o de distribución al por menor.
Al respecto del dinero incautado por la policía el juez ha dictado que “no es contrario a la lógica y al sentido común que se disponga de dicho dinero metálico en el momento de adquirir una cantidad de sustancia”, y ha considerado que la gran cantidad de cannabis encontrado podría responder a la “lógica de adquirir una cantidad más grande a fin de conseguir un menor coste de dicha sustancia, evitar desplazamientos y contactos”.
El hombre fue finalmente absuelto del delito contra la salud pública aplicando el principio de “in dubio pro reo”, por el cual se entiende que, a pesar de existir una duda sobre el destino de la sustancia, se falla en favor del acusado por la falta de pruebas que demuestren lo contrario.