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La subcomisión avanza en favor de una regulación del cannabis medicinal

La subcomisión avanza en favor de una regulación del cannabis medicinal
Alexis Goosdeel, director del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicodependencias (OEDT), a través de videoconferencia.

La jornada, marcada por un apoyo mayoritario a realizar algún tipo de regulación del cannabis medicinal, tuvo un final extraño.

La cuarta sesión de comparecencias en la subcomisión para el estudio del cannabis medicinal en España reunió a cinco de los ponentes convocados en una jornada marcada por un apoyo mayoritario a realizar algún tipo de regulación del cannabis medicinal y con un final extraño, en el que el quinto ponente expuso por error un contenido que no era el que correspondía.

En la primera intervención, Alexis Goosdeel, director del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicodependencias, habló de las limitaciones de los estudios actuales del cannabis y recordó que el cannabis no cura ningúna enfermedad, pero que ello no quita que tenga un valor terapéutico y resulte útil como tratamiento. También mencionó su utilidad como tratamiento complementario que ayude a mejorar los resultados o reducir los síntomas indeseados de otros fármacos. “No entiendo por qué en algunos debates nacionales se dice que el cannabis tiene que demostrarse mejor que otros tratamientos para ser utilizado. Si hay una evidencia científica de que un medicamento o sustancia tiene un efecto no tiene que ser mejor que todos los otros para justificar su utilización”, expresó.

Goosdeel terminó su intervención citando a Paracelso para recordar que la dosis correcta es lo que hace el remedio, y que esto también puede pasar con otras sustancias como la MDMA. “Necesitamos mucho más conocimiento sobre el uso médico de cannabis y cannabinoides, pero también del uso de éxtasis [MDMA], por ejemplo en el tratamiento del Trastorno de Estrés Postraumático”, terminó.

El siguiente en intervenir fue el doctor Jordi Pérez Martínez, parte de una clínica candiense especializada en dolor que ha realizado algunos de los estudios más importantes sobre el uso del cannabis en ese tipo de tratamientos. El doctor explicó el funcionamiento del modelo canadiense, sus aciertos y sus fallas, así como los puntos flacos y las oportunidades terapéuticas que permite hoy en día la planta del cannabis. Este insistió en que a día de hoy, ante la falta de mayores estudios, los médicos están aprendiendo de los pacientes que usan el cannabis medicinal.


“Deben promover muchísimo la investigación, a nivel molecular, bioquímico, de laboratorio”, dijo a los diputados. “En el futuro yo no quiero tratar a mis pacientes con extractos de cannabis y con la planta. Yo quiero tener un producto que funcione bien, pero ahora mismo no lo hay, y me veo obligado a hacer herboterapia. No es lo que a mi me gusta hacer, pero sé que les funciona a los pacientes. Tenemos un cargo ético. Estos pacientes usan herboterapia y les funciona. ¿Y cómo le vas a quitar esto a un paciente?”, reflexionó el médico. Este explicó que en el caso del dolor hay un componente emocional que hace imposible unificar las experiencias de diferentes personas y que hay que atender a las particularidades de cada paciente  —y no dejarlos tirados— aunque haya que aplicar tratamientos de forma distinta a lo que indican en las guías de uso clínico.

El tercer ponente, Hugo López Pelayo, médico psiquiatra de la Unidad de Conductas Adictivas del Institut Clínic de Neurociencies, se refirió a la necesidad de reducir los riesgos de la regulación a través de un sistema de prescripción con “indicaciones claras” y “profesionales bien formados”, dentro del sistema público, que atiendan en unidades especializadas. Y resaltó la necesidad de establecer un sistema con formas de acceso al alcance de cualquier paciente que reciba una indicación de tratamiento.


“Cuando preparaba esta ponencia tenía una cosa clara: cualquier cosa que dijera si me ceñía al ámbito científico iba a disgustar a todos los diputados, iba a disgustar a las asociaciones de pacientes que han impulsado está comparecencia. Porque es lo que tiene la ciencia: no es categórica. Y he dicho cosas que a ustedes no les habrán gustado, que a los pacientes, a compañeros psiquiatras tampoco le habrán gustado, pero yo tengo que ceñirme a los datos que tengo, que manejo, que entiendo y que puedo transmitir”, acabó el médico, quien celebró que se organicen espacios en los que los legisladores escuchen a los profesionales sanitarios antes de introducir medicamentos, adelantando que en el futuro “se hablará de ketamina, se hablará de MDMA, se hablará de setas alucinógenas en un futuro muy próximo, porque ya hay ensayos clínicos”.

El presidente del  Colegio Oficial de Médicos de Badajoz, Pedro Hidalgo Fernández, fue el siguiente en exponer su ponencia. Su posicionamiento se puede resumir en sus conclusiones: “Para la autorización de cannabis y cannabinoides dentro de nuestra sanidad diría ‘Sí’ como medicamento o paliativo, si cumple estas condiciones: ensayos clínicos con validez, evidencia alta o moderada, beneficios en una magnitud que compense a los daños e inconvenientes, y con autorización de las agencias reguladoras con indicaciones y fabricación en buenas prácticas de laboratorio. No para uso recreativo.”

La última intervención fue a cargo de Luis Corno Caparrós, abogado experto en temas de adicción, quien hizo una ponencia que no tenía que ver con el objetivo de la subcomisión. Corno se confundió y en lugar de hablar del cannabis medicinal y su regulación realizó una crítica jurídica a la proposición de ley para regular el cannabis de uso adulto presentada por Podemos a finales del año pasado.

Sólo quedan dos sesiones de comparecencias dentro de la subcomisión, en las que intervendrán 10 ponentes más. Las sesiones de invitados acabarán al final del mes de mayo y los diputados tendrán cuatro semanas más para discutir y entregar sus conclusiones.

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