En 2019 murieron en Escocia 1264 personas por causas relacionadas con drogas (excluyendo alcohol y tabaco). Las cifras provienen del Registro Nacional de Escocia, que publicó las cifras recientemente, con un retraso de varios meses debido la espera de numerosos resultados de toxicología y al impacto de la pandemia de covid. La cifra de muertes en el territorio ha aumentado en un 6% respecto al año anterior.
El número de muertes por drogas en Escocia supone una tasa de mortalidad de 231 por millón de personas, una cifra muy superior a la que se infiere de todo el Reino Unido, que es de 64 muertes por millón de personas. La diferencia es de 3,5 veces las muertes producidas en Escocia respecto a las de Reino Unido. La alarmante cantidad de fallecimientos ha intentado ser abordada por el gobierno escocés a través del impulso de medidas de reducción de riesgos en el consumo, tales como salas de consumo seguro, pero la mayoría de estas políticas quedan estancadas ante la negativa del Gobierno de Reino Unido.
La mayoría de las muertes se han producido en hombres, casi siete de cada 10, según publicó The Guardian, “aunque hubo un aumento significativo en el número de mujeres que murieron”, dice el diario. Más de dos tercios de las personas fallecidas tenían entre 35 y 54 años, y la heroína, la morfina o una combinación de ambas estuvieron implicadas en más de la mitad del total. El diario también recoge un elevado número de muertes relacionadas con benzodiacepinas de venta callejera, presentes en dos tercios de las muertes, cuyo consumo y venta en las calles está en auge y a menudo se usa junto con la morfina.