Durante el feriado del pasado 12 de octubre, dos bandas del crimen organizado se enfrentaron a tiros en el barrio de las Tres Mil Viviendas del Polígono Sur de Sevilla, el vecindario de menor renta neta media anual por persona de toda España. Si bien no se registraron muertos ni heridos, la balacera se desató con armas de guerra. Ante la escalada de violencia en el lugar, la Policía Nacional desplegó la Operación Vulcano, en la que ya sucedieron tres redadas diferentes en las cuales se desmantelaron cuatro cultivos de interior de cannabis y al menos diez personas fueron detenidas. Pero lo más llamativo dentro de esta situación fue que ayer las calles de las Tres Mil Viviendas amanecieron con decenas de plantas de marihuana descartadas en los botes de basura.
Hasta el momento no se ha podido determinar si las plantas de cannabis pertenecían a las bandas del crimen organizado que se ven acorraladas ante los allanamientos de las fuerzas de seguridad o si se tratan de autocultivadores que decidieron descartarlas ante el miedo de quedar envueltos en las redadas y ser acusados de narcotraficantes. Lo que sí se sabe por las imágenes difundidas por el fotógrafo Antonio Pizarro, perteneciente al Diario de Sevilla, es que todas las plantas se encontraban en estado vegetativo y que tenían al menos un metro de altura. Además, estaban en macetas de tela, un producto más sofisticado que las clásicas de plástico negro. Aunque la mayoría de las plantas muestran notorios signos de estrés y falta de riego por sus hojas caídas, algunas de ellas aún podrían ser salvadas.
Desde la jornada del tiroteo, la Policía Nacional ha desmantelado unos nueve cultivos indoor. Pero serían muchas más las salas que se habrían apagado. Según las estimaciones de Endesa, el consumo de electricidad en las Tres Mil Viviendas bajó un 40% en las últimas dos semanas.