Brevísima introducción al cultivo de cannabis con aeroponia
La aeroponia es un método para cultivar plantas de cannabis en las que las raíces no están metidas en tierra. Es similar al cultivo con hidropónico pero con las raíces suspendidas en el aire mientras que el agua y los nutrientes se le suministran continuamente nublando directamente las raíces.
La aeroponia es un método para cultivar plantas de cannabis en las que las raíces no están metidas en tierra. Es similar al cultivo con hidropónico pero con las raíces suspendidas en el aire mientras que el agua y los nutrientes se le suministran continuamente nublando directamente las raíces.
Los nutrientes disueltos en el agua, más la luz solar, el CO2 y el oxígeno permiten que la planta siga viva siempre y cuando las raíces estén continuamente húmedas.
El sistema se compone de un reservorio –donde se guarda el agua y se puede observar la calidad de los nutrientes –y el lecho –donde las plantas crecen. El sistema más adecuado para el lecho es uno de neblina, drenado y un soporte que separa la planta de las raíces. De esta manera las raíces pueden estar en contacto constante con la neblina de nutrientes sin afectar a la planta.
El agua para las plantas llega mediante caños que la dispersan en una fina lluvia como una neblina. El exceso de agua de la neblina cuando se asienta en el lecho es drenada y devuelta al reservorio para que se recicle.
Este sistema está lejos de ser para principiantes: necesitas ser un experto cultivador de cannabis para saber cosas tan necesarias como la cantidad de nutrientes exactos para la planta. Demasiados detalles que se pueden escapar y perderse. Además es un sistema que necesita estar 24/7 conectado y tiene demasiadas partes que pueden fallar.
Ahora bien, los beneficios son notables. Pese a que el sistema parezca igual que un hidropónico pero más caro y complejo, la aeroponia permite, por ejemplo, que las plantas no tengan que pelear por los nutrientes por lo que se pueden colocar mucho más cerca las unas de las otras. Por tanto, más plantas en menos espacio. Que no haya tierra implica que sea más fácil evitar las plagas. Además, se usa menos agua (solo la necesaria) y además el propio sistema está preparado para reciclarla.