Un empleado español de la aerolínea Ryanair, conformada por capitales irlandeses, fue despedido de su trabajo como agente de rampa en el aeropuerto de Palma de Mallorca, después de que diera positivo por haber consumido cannabis en un test sorpresa realizado por la Guardia Civil. Si bien en un primer momento se había declarado improcedente la desvinculación laboral, semanas atrás el Tribunal Superior de Justicia de Illes Balears revocó esta sentencia previa y confirmó la expulsión del trabajador.
Los hechos sucedieron el 23 de julio de 2023, cuando Constancio (nombre ficticio para proteger su identidad) fue acusado de incumplir el Convenio del Sector de Servicios de Asistencia en Tierra en Aeropuertos, que prevé duras sanciones para casos de consumo de alcohol y drogas en el puesto de trabajo. El hombre que se desempeñaba como agente de rampa había dado positivo en THC. Por este motivo, se le retiró su acreditación aeroportuaria durante 90 días y, finalmente fue desvinculado de la compañía irlandesa. Ryanair DAC Oficina Representación España, representada por la abogada Laura García Cabanilla, argumentó que el despido se amparaba en su política de “tolerancia cero”.
Cabe destacar que la presencia de THC en sangre no certifica que se haya consumido cannabis algunas horas atrás y ni siquiera semanas. Los cannabinoides pueden permanecer acumulados en el organismo durante meses. Además, se desconoce si la persona despedida utilizaba los derivados de la planta para tratar alguna condición de salud. Si bien la aerolínea ha argumentado que su decisión se debió al incumplimiento del convenio, el cual establece que la “tolerancia cero” se debe a motivos de seguridad, el despido también es una forma de discriminación por el uso de sustancias. En caso que la persona padezca un trastorno de adicción, la actuación más humana sería que la compañía acompañe la recuperación de la persona, y no que se la descarte al fondo de la sociedad sin un empleo, lo que puede provocar una recaída aún mayor en su consumo problemático. Pero todo esto poco le importó a la Justicia de Illes Balears, que confirmó la desvinculación.
