Durante más de cuatro décadas, Julian Bennett diseñó y supervisó las políticas internas sobre drogas de la Policía Metropolitana de Londres, convirtiéndose en una figura central dentro de la estrategia en esta área. No obstante, su trayectoria terminó truncada por la misma normativa que él impulsó.
La causa principal de su destitución radica en un incidente ocurrido en julio de 2020. En aquel momento, el entonces comandante fue citado formalmente para ofrecer una muestra de orina, ante la sospecha de consumo de cannabis, LSD y hongos durante sus vacaciones en Francia. Al recibir la orden de someterse al test, Bennett respondió que prefería dimitir de manera inmediata y solicitó un encuentro con la comisionada de entonces, Cressida Dick.
Tres días después de su negativa, la Met Police procedió a suspender al oficial de sus funciones con pleno derecho a percibir su salario. Durante los casi cinco años que duró el proceso disciplinario, Bennett permaneció en situación de suspensión con sueldo íntegro, a la espera de una resolución definitiva.
En octubre de 2023, un panel disciplinario emitió su primer fallo de despido, calificando su negativa como falta grave. Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones Policiales anuló esa decisión en julio de 2024 por defectos técnicos en la fundamentación del veredicto. Esta anulación forzó a repetir la audiencia de nuevo, extendiendo así la duración total del proceso hasta mediados de este año.
En la segunda audiencia, el nuevo órgano confirmó que la sola negativa a realizar la prueba constituía una infracción grave de los estándares de conducta profesional. Aunque el panel no llegó a demostrar otras dos acusaciones relacionadas con consumo de drogas fuera de servicio, concluyó que el rechazo al test era suficiente para justificar la desvinculación del oficial.
Resulta paradójico que Bennett, quien presidió más de setenta audiencias disciplinarias que culminaron en expulsiones de agentes, fuera finalmente sancionado por incumplir las mismas normas que él había promulgado. Con esta sentencia, el excomandante será incluido en la lista de profesionales vetados por el College of Policing, quedando así imposibilitado para ocupar futuros cargos dentro de cualquier fuerza de seguridad.