Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional ha acabado con la detención de nueves personas acusadas de facilitar la entrada de cocaína a España, siete de las cuales eran trabajadores de una empresa de maletas del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Los trabajadores detenidos se encargaban de localizar las maletas con varios kilos de cocaína enviados en vuelos comerciales y de sacarlas de las instalaciones del aeropuerto.
Según el diario El País, las maletas podían contener hasta 14 kilos de cocaína cada una. Estas llegaban como parte del equipaje en vuelos comerciales procedentes de diferentes países de Latinoamérica. El truco para introducirlas en España es que las maletas de la droga llevaban nombres ficticios que no se correspondían con ningún pasajero, y contenían un sistema de localización GPS que permitía localizarlas en todo momento.
Los trabajadores detenidos utilizaban el acceso privilegiado a zonas restringidas para sacar los equipajes con la cocaína, en ocasiones fuera del horario de sus turnos. Entre ellos se coordinaban mediante mensajes de texto con una aplicación de mensajería instantánea en la que utilizaban códigos de emoticonos para avisarse mutuamente de la presencia de controles policiales o de otros problemas durante la recogida.
La investigación se inició en octubre de 2022 después de que la Guardia Civil descubriera dos mochilas en el aeropuerto madrileño, con entre 10 y 12 kilos de cocaína cada una. Las dos tenían etiquetas de facturación falsas y nombres que no se correspondían con ningún pasajero. En los meses siguientes se interceptaron otras 10 mochilas con cocaína con identificaciones ficticias. La repetición del modo de operar llevó a la policía a sospechar que detrás de los envíos había una misma organización. Los agentes también observaron que la empresa que gestionaba los servicios en tierra de todas las maletas encontradas era siempre la misma, Groundforce, lo que acabó provocando la vigilancia y detención progresiva de los siete trabajadores.