La Policía Nacional detuvo este martes al bailarín y coreógrafo Rafael Amargo a la salida de su casa en el centro de Madrid. Rafael fue arrestado por la policía a las ocho de la tarde cuando se dirigía al teatro La Latina para realizar el último ensayo de la obra lorquiana Yerma, cuyo estreno estaba previsto para hoy. La operación está bajo secreto por orden judicial, pero según han publicado varios medios, fuentes policiales han indicado que se acusa al bailarín de un delito de drogas y otro de organización criminal.
Según ha publicado el diario ABC, la policía ha detenido a otras tres personas más en la misma operación. Junto con Rafael ha sido detenida su pareja Luciana Bongianino, también bailarina, Eduardo de los Santos, que es el productor de la obra que se iba a estrenar hoy, y un amigo de estos. Los cuatro detenidos pasaron la noche en el calabozo de la comisaría del distrito centro de Madrid.
Presuntamente el bailarín se dedicaba al tráfico de drogas, concretamente de metanfetamina, y era el supuesto cabecilla de una organización dedicada a este fin, según la información publicada ayer por la agencia de noticias EFE. La policía ha registrado el piso del bailarín y el de su productor donde encontraron “cerca de 100 gramos de metanfetaminas” y otras sustancias como popper, mefedrona y ketamina. El abogado del artista declaró frente a varios medios que las drogas incautadas eran para consumo propio y que en ningún caso son cantidades suficientes para justificar que se dedicaba al tráfico.