Cuatro agentes de un equipo antidroga de la Policía Nacional de Ourense están siendo juzgados desde la semana pasada acusados de actuar en favor de traficantes de drogas. Los policías han sido llevados a juicio junto con nueve presuntos traficantes, y la fiscalía pide penas de más de cien años en total para el conjunto de los trece acusados.
El juicio es el resultado final de la Operación Zamburiña, iniciada en el año 2014 gracias a la información proporcionada por una persona anónima a las oficinas del grupo VI de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional. Una carta enviada anónimamente a las oficinas en Madrid advirtió que se estaban realizando actividades corruptas por parte de agentes de Ourense, según ha publicado La Voz de Galicia. En 2015 se iniciaron las investigaciones en las que entre otras cosas se pincharon los teléfonos de los investigados, a los que se vigilió de cerca durante meses.
Según la investigación, los cuatro policías ayudaron durante meses a los traficantes a través de una colaboración mutua que daba libertad a los traficantes para realizar su actividad a cambio de chivatazos para que los agentes realizaran incautaciones a otros traficantes y consiguieran méritos policiales. Entre los policías acusados se encuentra el jefe de la unidad antidrogas, que se podría enfrentar a una pena máxima de 11 años y 4 meses de prisión además de fuertes multas. La del jefe de la unidad es la condena más alta solicitada por la fiscalía, por los delitos de tráfico de drogas, revelación de secretos y omisión de perseguir delitos. Está previsto que el juicio se prolongue durante más de un mes.