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España se suma a la coalición europea contra el narcotráfico

En la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) celebrada en Copenhague, el presidente Pedro Sánchez anunció la adhesión de España a la Coalición Europea contra las Drogas (ECAD), una iniciativa impulsada por Francia y co-liderada por Italia. El objetivo es coordinar respuestas frente al narcotráfico en Europa mediante cooperación portuaria y marítima, seguimiento financiero de redes criminales y un enfoque de salud pública que incluya prevención y reducción de daños.

La propuesta fue presentada por Francia durante el séptimo encuentro de la CPE y respaldada por Italia. Medios internacionales señalan que la coalición convoca a decenas de países para actuar de manera conjunta ante un fenómeno transnacional que supera las capacidades de cada Estado por separado. En términos logísticos, la iniciativa apunta especialmente a los eslabones portuarios y a los grandes corredores marítimos, donde la coordinación con transportistas y autoridades de puertos se considera clave para dificultar la entrada de cargamentos y compartir datos operativos en tiempo real.

El texto de la declaración conjunta detalla prioridades operativas: reforzar el intercambio de inteligencia y la acción coordinada contra el tráfico en puertos y rutas marítimas; profundizar la cooperación en el marco de la Plataforma Multidisciplinar Europea contra las Amenazas Delictivas (EMPACT) y aplicar de forma plena el principio de “seguir la pista del dinero” para identificar, incautar y decomisar activos ilícitos, con medidas contra el blanqueo y la corrupción y mayor acceso a registros de titularidad real. La coalición también subraya un enfoque integral con medidas sanitarias: prevención basada en evidencia, tratamiento, reducción de daños y recuperación, además del fortalecimiento de observatorios nacionales y sistemas de alerta temprana ante nuevas sustancias y patrones de consumo.

Es en ese contexto que España confirmó su incorporación y alineó su posición con la de Francia e Italia, subrayando la necesidad de respuestas coordinadas en toda Europa. La estructura de la coalición prevé la participación de la Comisión Europea y del Consejo de Europa, lo que permitiría articular estándares comunes y sinergias con marcos ya existentes.

Más allá del plano operativo, el anuncio introduce un matiz político relevante donde el problema de las drogas se aborda no solo como un desafío de seguridad, sino también de salud pública. El énfasis en prevención, reducción de daños y calidad asistencial reconoce que la “guerra contra las drogas” basada exclusivamente en la represión ha mostrado sus límites. El foco en puertos, dinero y salud sugiere una agenda pragmática que, bien implementada, puede evitar efectos colaterales como la sobrecriminalización y el desplazamiento de rutas, habituales cuando se actúa de forma descoordinada.

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