El hachís se obtiene de los tricomas de la variante femenina de la cannabis Sativa. Cuando los tricomas, la esencia del cannabis, se separa de la planta (no de la hoja, que no tiene nada que ver). Se separan y recolectan esas glándulas resinosas de donde luego procesa como hachís.

La práctica tiene siglos de antigüedad. La palabra original Hashish es originaria del árabe y significa “hierba”. Se dice que se populariaza su recolección sobre el año 900, aunque pudiera ser más antiguo. Como detalle curioso, se dice que la palabra “Asesino” es una variante de Hashishin, que traducimos ahora como asesinos y que daba nombre a la famosa secta de los Nizaries que denominaban “fumadores de hash” (o Hashishin).  

En el siglo XIX el hachís llega a otras partes del mundo después de la colonización de África. Se utilizó en diversa farmacopea, como es de sobra conocido. Solo la prohibición en el primer cuarto del siglo XX acabaría con su uso legal. 

La forma de hacer hachís es bastante popular. Este video tutorial explica cómo:

El efecto del hachís suele ser mucho más potente que el del cannabis fumado debido a que concentra un mayor número de cannabinoides. El aceite, dependiendo de cuál, puede ser entre un 40% o 80% más potente según el proceso de extracción o el material originario. 

Afganistán, Nepal o Marruecos siguen siendo algunos de los países de referencia del hachís.