Después de varios meses de expectativa y tres de funcionamiento, la subcomisión para el estudio del cannabis medicinal se acerca a su fin. Durante cinco jornadas han desfilado por el estrado de la subcomisión 23 expertos y representantes de instituciones dedicadas al cannabis, las drogas y las adicciones. Los diputados ya han escuchado todo lo que tenían que escuchar sobre los riesgos y los beneficios del cannabis medicinal, y sobre las diferentes formas de regular su acceso. Ahora les toca a ellos debatir y presentar sus conclusiones. Tienen un mes y medio de plazo por delante.
Las primeras sesiones de la subcomisión estuvieron marcadas por una mayor presencia de discursos insistentes en los riesgos del cannabis, pero poco a poco han ganado terreno las declaraciones favorables a la regulación. La mayoría de las intervenciones se podrían dividir en tres tipos: las que enfatizaron los riesgos por encima de los beneficios y mezclaron los datos y estudios del uso recreativo con el medicinal, con un claro prejuicio hacia la planta; luego, aquellas que reconocieron que más allá de los datos y la evidencia disponible, es necesario articular alguna solución para proteger a los pacientes, que ya acceden al cannabis medicinal del mercado negro por su cuenta y riesgo; por último, aquellas con un claro convencimiento de que la regulación no solo es necesaria, sino también urgente, y que debe ofrecer al paciente la mayor cantidad de opciones de acceso a los tratamientos.
En el balance global, fueron mayoría los comparecientes favorables a emprender algún tipo de regulación para la planta. Al cierre de la última sesión pública, una mayoría de diputados también se mostró claramente a favor de regular. Solo quedan fuera el PP, cuya postura final es una incógnita, y Vox, posicionado claramente en contra. Hay que mencionar el esfuerzo a la contra del diputado de Vox Juan Luis Steegmann, que se dedicó a intentar torpedear las intervenciones de todos aquellos que defendieron la necesidad de regular. Steegmann hizo uso de tópicos y comentarios que estigmatizan a los pacientes sin ningún pudor, llegando a faltar al respeto a algunos de los ponentes, para luego ser el primero en acercarse al estrado a saludarlos amablemente.
Lo importante: hay suficientes partidos que han manifestado su apoyo a la regulación en la subcomisión como para aprobar una ley de cannabis medicinal en el Congreso. Los socios de Gobierno están decididos. Ahora viene la segunda parte difícil: definir el tipo de regulación y sus límites (para qué pacientes, con qué tipo de acceso y qué tipo de tratamientos). Los pacientes han dejado claro que quieren tener acceso a la mayor cantidad de opciones para poder escoger mejor la que se ajusta a sus dolencias, y piden que la regulación incluya el autocultivo, el acceso a planta en crudo a bajo coste y el derecho a vaporizar la planta cuando su salud lo requiera.
Está previsto que en las próximas dos semanas el PSOE, como partido mayoritario, entregue una propuesta formal a la comisión. Luego cada uno de los partidos deberá hacer sus propuestas y comentarios, y finalmente deberán alcanzar un acuerdo por mayoría. El resultado será un informe con recomendaciones que será remitido al Gobierno antes de que acabe el mes de junio para que este lo use como documento base para una futura ley. El camino a la regulación continúa.