Días atrás, Cáñamo reveló que la Guardia Civil está persiguiendo cultivadores de cannabis mediante la utilización de drones. Pero esta nueva táctica de la guerra contra las drogas se está expandiendo por toda España. Ahora, la última novedad es que el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC) y el Departament d'Interior han firmado un acuerdo para que los Mossos d’Esquadra puedan acceder a los datos de observación aérea o de satélite para rastrear zonas específicas y detectar la presencia de plantaciones de marihuana para después realizar los operativos terrestres.
Si bien los Mossos ya contaban con drones de vigilancia y helicópteros para sobrevolar áreas en las que sospechen que existen plantaciones clandestinas de cannabis, las fuerzas de seguridad catalanas ahora incorporaron una nueva tecnología más avanzada como las imágenes satelitales. El convenio firmado entre el ICGC y el Departament d’Interior también establece el desarrollo de una metodología que permita diferenciar las plantaciones de marihuana de otras especies vegetales, a partir de las características biofísicas, fenológicas y estructurales. El acuerdo tendrá un costo de 27.217 euros y será asumido por Interior en su presupuesto.
Los Mossos también podrán acceder a los datos de los aviones o satélites estratosféricos que pueden volar por encima del espacio aéreos regulado, donde operan los vuelos comerciales. Se trata de una altitud situada a los 20 kilómetros de la superficie terrestre, pero que todavía se encuentra dentro de la atmósfera del planeta.
Según las fuentes de Interior, en diálogo con el medio El Periódico, una de las razones de este convenio radica en la prevención de la deforestación ilegal que emprenden las bandas del crimen organizado para encausar las plantaciones clandestinas de cannabis que suelen realizarse en parques naturales protegidos.