La operación contra las máquinas expendedoras de productos de CBD instaladas en varios comercios de la Comunidad de Madrid puede que acabe sin ninguna persona condenada. El operativo, dirigido hace unas semanas por Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, ha sido presentado como una operación contra la venta ilegal de cannabis psicoactivo, pero por ahora no han trascendido el resultado de los análisis de THC y, si este resulta ser menor del 0,2%, podría entrar dentro de la legalidad.
A finales de la semana pasada la Agencia Tributaria publicó una nota de prensa en la que afirma que “los análisis de laboratorio han constatado la existencia de THC, el psicoactivo del cannabis, en el producto intervenido”. Sin embargo, no especifica cual es el porcentaje de THC encontrado en las muestras. Esto es determinante para valorar legalmente el caso, pues la legislación española permite la producción y venta de cáñamo industrial y derivados si no supera el 0,2% de THC.
“Sorprende que hayan comunicado que ha dado positivo en THC pero no hayan dicho si el porcentaje supera o no el 0,2% de THC. Si tuvieran tan claro que se trata de una droga entonces hubieran detenido a todos los propietarios de los establecimientos donde estaban las máquinas”, ha explicado a Cáñamo Antonio Lozano, el abogado encargado de defender a los empresarios de las máquinas expendedoras. “Además, todos los responsables de la empresa se presentaron voluntariamente a comparecer ante Vigilancia Aduanera para explicar cómo funciona el negocio y cómo se estructura todo, y luego se fueron sin ser detenidos”, afirma Lozano.
En su nota de prensa sobre la operación, Vigilancia Aduanera ha dicho que la mera presencia de THC “implica que se trata de estupefaciente, con independencia del porcentaje de esta sustancia, de acuerdo con las autoridades sanitarias y judiciales, y la Convención de la ONU en la materia”. Pero actualmente no existe un consenso jurídico a este respecto en España. Esa es, en realidad, la versión que promociona la Fiscalía, que defiende que la venta de cáñamo sólo es legal cuando se trata de semillas y fibras, pero no cuando son cogollos. No obstante, en más de un juicio contra empresarios del CBD se les ha dado la razón a estos aún cuando comerciaban con cogollos y se les ha absuelto de todos los delitos.