Si algo puede quedar marcado en el calendario de este año que se nos va y que importa a la cultura cannábica es cómo la industria de la marihuana legal alcanzó picos jamás vistos. El gran año de la industria del cannabis en el continente americano.
Tal y como señalan algunos medios, el año 2018 ha sido un constante descorchar botellas de champagne para los magnates del cannabis. Canadá legalizó el uso del cannabis recreativo y dos terceras partes de los estados de los EE.UU permiten la marihuana en alguna de sus facetas.
New York camina hacia la legalización, posiblemente a principios del año que entra, siguiendo el camino de Colorado, Michigan, California, Massachusetts o Washington. Incluso, casi de tapadillo, el senado de los EE.UU legalizó la producción de cáñamo industrial a nivel federal lo que significa que los productos derivados (como los de CBD) podrán ser transportados entre estados.
Por si eso no fuera suficiente Corea del Sur, un país que hasta el momento nadie hubiera pensado que cruzaría ese río, también legalizó la marihuana medicinal. Le siguió Tailandia, uno de los países asiáticos con leyes más duras contra el cannabis.
Europa aún no acaba de despegar pero Alemania, Italia e Inglaterra están cerca de dar el paso. De hecho, Reino Unido recientemente reclasificó el CBD como medicina. Luxemburgo está cerca de la legalización recreativa. Israel permite exportar cannabis medicinal y algunos países de África (en concreto Sudáfrica) amenazan con seguir la senda de la legalización.
Vamos, esto no hay quien lo pare, ¿verdad?
Pero si el 2018 fue un gran año no fue gracias a que la ola de legalización siga empujando fuerte, sino al dinero que las grandes compañías están haciendo con la venta de marihuana. GRAN DINERO.
La marihuana legal ha sido un negocio de 10.400 millones de dólares durante el 2018 solo en los EE.UU. donde da trabajo a unas 250.000 personas entre directos e indirectos.
Aunque algunos medios han señalado la posibilidad de una burbuja verde (nada descartable, desde luego) de momento invertir en cannabis parece un buen negocio. La “fiebre verde”, como todas las fiebres, sube rápido y mientras así siga los inversores seguirán llegando sin pausa. ¿Veremos un descalabro?
Por el momento, si eres uno de los afortunados que están en el negocio de la marihuana seguramente tengas mucho que celebrar.
