Días atrás, Perú aprobó la ley que establece un marco regulatorio para la industria del cáñamo. Según la nueva normativa, se podrá cultivar y comercializar todos los derivados de la planta que no superen el 1% de THC, tanto las inflorescencias, semillas, extractos y fibras. Esta iniciativa había conseguido los votos necesarios de los diputados, pero luego fue vetada por el Poder Ejecutivo meses atrás. Tras una nueva aprobación por parte del Congreso, ahora los ministerios de Desarrollo Agrícola, Comercio Exterior y Producción estarán obligados a elaborar una reglamentación para que se empiecen a expedir las primeras licencias productivas de cáñamo en Perú.
Hace años, Perú atraviesa una crisis política por la que han sido depuestos varios presidentes, tanto por la presión popular en las calles, como por las impugnaciones realizadas desde el Congreso. Por esta razón, en la actualidad el poder está centrado en el Poder Legislativo y se pudo promulgar una ley a favor de la industria del cáñamo, a pesar que el Ejecutivo esté en contra. Ante esta situación, se desconoce cuál será el rumbo de los derivados de la planta en el país. Lo que sí se sabe es que la ley establece que todos los compuestos del cáñamo, excepto el THC, dejarán de ser sustancias prohibidas.
La presidenta Dina Boluarte había rechazado el proyecto de legalizar el cáñamo porque argumentó que la apertura de su industria favorecería a las bandas del crimen organizado que se dedican al contrabando de marihuana. Sin embargo, el Congreso volvió a aprobar la iniciativa y ahora el Ejecutivo deberá reglamentar el mecanismo para solicitar licencias productivas, tanto para la utilización de las fibras como para la elaboración de medicamentos.
Con 91 votos a favor, la representación nacional aprobó el dictamen de insistencia que establece el marco legal para la producción, supervisión y comercialización del cáñamo para uso industrial. #PlenoDelCongreso
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