El Gobierno de Albania ha emprendido un proyecto para regular la producción de cannabis para fines industriales y medicinales. Un borrador publicado la semana pasada detalla que el proyecto permitirá una extensión inicial de cultivo de 150 hectáreas que se iniciará en 2023. La producción quedaría en manos de empresas privadas con licencia, que podrían cultivar y producir bajo control del Estado.
El primer ministro Edi Rama ya había hablado de una posible regulación en el pasado, con un proyecto anunciado en 2020 que no llegó a consumarse. Pero el pasado abril, el jefe del Gobierno recuperó el proyecto y prometió que emprendería el proceso de la regulación. Tras la publicación del primer borrador, esta semana el partido de la oposición criticó el proyecto afirmando que la regulación sería utilizada como una excusa para encubrir el tráfico ilegal de la planta.
“Edi Rama es el único primer ministro de la UE cuyo exministro del Interior está en prisión precisamente por conexiones con narcotraficantes. Todo el mundo sabe que en un país donde la criminalidad y la corrupción son muy altas, mantener esa actividad bajo control es casi imposible”, escribió Enkelejd Alibaj, un parlamentario de la oposición, según cita Balkan Insight.
El país es uno de los mayores productores de cannabis de Europa y un lugar de paso para numerosas cadenas de tráfico de drogas internacional. La presencia de mafias y organizaciones criminales ha afectado a la calidad democrática del país con numerosos casos de corrupción, que han llegado a afectar a un exministro de Interior muy cercano al actual primer ministro. Este fue procesado en 2019 por narcotráfico, aunque finalmente no fue condenado por este delito, sino por abuso de poder.